La achicoria forrajera como alternativa en la seca

Forrajera veraniega

No es novedad señalar que la lechería se debe abastecer de forraje todo el año, en invierno se usan los alimentos conservados y en primavera la pradera directa, sin embargo, cuando el estío es seco, las praderas se paralizan y entonces es preciso encontrar un cultivo que permita suplir ese momento de escases.

Daniel Blank, administrador muy entusiasta y comprometido con la producción

Estuvimos en San Javier de Antilhue, al otro lado del río descubriendo un cultivo que poco a poco se abre camino como una opción en el perído seco, en la ocasión conversamos con Daniel Blank, quien nos mostró el cultivo y muchas cosas más.
La achicoria (Cichorium intybus) necesita humedad para establecerla, pero no en exceso, es un buen cultivo para forrajear en verano, señala Blank, afirmando que la achicoria es muy exigente en nitrógeno, “el resto, por ser familia de una maleza o tener un 80% de genética proveniente las malezas, de plantas naturalizadas tiende a ser poco exigente en fertilidad”. La fecha de siembra es bastante amplia, puede ser desde febrero a octubre.
En este caso, este cultivo lo sembramos el 26 de octubre del 2017, usamos una combinación de químicos para quemar lo verde de superficie y aplicamos 350 kg/há de una mezcla de fertilizantes, que tenía 5% de nitrógeno, 23% de fósforo y 20% de potasio, esto, porque el suelo tiene excelente fertilidad, tenemos alrededor de un promedio de 22 ppm de fósforo, hay potreros que tienen 49 ppm.

Como la primavera del 2017 fue demasiado lluviosa sembramos tarde en octubre, antes era imposible, porque el suelo estaba muy húmedo y así y todo, tuvimos problemas para sembrar estas 9,6 hás, porque la semilla es muy chica y como estaba algo blando se enterró demás. Sin embargo, se dio bien, es una planta fuerte y noble.

Talajeo

El primer talajeo fue cerca de 70 días después de la siembra, el 17 de enero con 5.000 kilos aproximadamente de MS/há. El cálculo lo hizo en el campo usando el microondas. “Es una práctica sencilla y la recomiendo porque podemos trabajar con información dura para racionar la comida de las vacas”, indicó.
Y explica con simpleza que primero se va a terreno y se mide un metro por un metro, se corta la achicoria y se pesa. En este caso se obtuvo 4 kilos de MV/m2. Es decir, 40 mil kilos por hectárea.
“De esos 4 kilos, seleccioné 100 gr y los metí al microondas varias veces y se va pesando, hasta que se estabilizó. De los 100 gramos quedaron en 13, eso significa 13% de MS. Un día vinieron los expertos, y dijeron que la achicoria tiene un 15% de MS, entonces estuve bien cerca”, sonríe Daniel.
Ahora como se puede apreciar (10 de marzo), se ve con poco desarrollo por todo el stress de la sequía.

Respecto de las cualidades de la achicoria, Blank, señala que la gran característica de este cultivo, es que tiene un 20% de proteína y dentro de los costos de una lechería o cualquiera explotación ganadera para engordar o para producir algo, la proteína es uno de los recursos más escasos y más caros, entonces es un buen aporte de proteína y una alternativa de comida entre comillas para el verano, sobre todo cuando hay lluvias normales. Este verano fue muy seco, cayeron 35 milimetros entre diciembre y el 9 de marzo y sin embargo, el cultivo está firme y sano, aunque con poco desarrollo, señaló.
Agrega que aprovechando la lluvia del día anterior, aprovechó de aplicarle 70 mil litros de purines, porque este cultivo, como decía, necesita mucho nitrógeno.

Retomando el hilo de los talajeos, Daniel cuenta que van en el cuarto talajeo, el intervalo fue entre 17 y 19 días y sin riego. “Si consideramos la sequía que hemos vivido, creo que es un cultivo forrajero que hay que tener en cuenta. Claro que hay que recordar que después de cada talajeo es necesario agregar 30 U de nitrógeno, que dicho en urea, corresponde entre 80 y 100 kilos”,manifestó .

Consumo
En la literatura recomiendan entre 2,5 a 3 kilos por vaca al día, pero en esta lechería están dando entre 6 a 7 kilos, más del doble. El tema es que flaquea el verde y es el único recurso que tienen a mano. “En este momento tenemos un 30% menos de producción respecto de enero, es importante el impacto de la sequía, porque en enero cuando por primera vez ingresaron las vacas, teníamos 40.000 kilos de MV/Há, en cambio ahora debemos andar entre 25 ó 20 mil kilos.

En cuanto a la producción, Blank cuenta que están produciendo 16 litros promedio gracias a la achicoria y a 11 kilos de un ensilaje de pradera que hicieron temprano en noviembre. Y de la pradera, poco se puede decir, porque está muy deprimida por la sequía. Además están dando maíz molido, “que tiene un 11,5% de proteína y alrededor de un 3% de Mega calorías y esa es nuestra pobre dieta”, se lamenta.

Y sabes la composición del silo?
No, no lo he medido, pero las cifras deben ser las de un ensilaje pradera tipo, con un 18% de proteína, un 28% a 24% de MS, eso mas menos, la energía siempre está en un 2, y algo.

Potrero de achicoria listo para el 5º talajeo (10 de marzo)

El invierno
La achicoria es un cultivo que en teoría dura 5 años, aunque la literatura dice que los dos primeros años son los mejores. Poco a poco se van perdiendo plantas, bajando la densidad. En el potrero, a pesar que es el primer año, se puede apreciar que algunas plantas empiezan a florecer, “es por el stress, por la falta de agua, de nutrientes, por su reloj interno, tienden a reproducirse, y cuando lo hace, la planta tiene un pésimo valor nutritivo, por lo tanto pretendemos estar dos años con la achicoria. Ahí veremos si repetimos o buscamos otra alterantiva, como la remolacha, que ahora está teniendo bastante auge, claro que es un poco más caro establecerla, explica Daniel.

De todas formas, tiene claro el técnico que en invierno igual va a metar las vacas a la achicoria, para evitar que entren en su ciclo reproductivo, al menos una vez al mes, con es práctica se supone que puede prolongar su estado vegetativo, la idea es promover el rebrote y que no semille, aseguró.

Costos
Acá tuvimos un costo aproximado entre $ 250.000 a $ 300.000 la hectárea. Lo más caro es la semilla y la cantidad de aplicaciones que hay que hacer.

Conclusión
La achicoria en comparación con los demás cultivos alternativos, como el nabo, la rutabaga, el raps, es que estamos hablando de un cultivo con una producción para dos años, todos los otros son cultivos anuales. Es claro que se pueden obtener muy buenos volúmenes con los otros, pero por una sola vez y como las condiciones climáticas han ido cambiando, vemos que cada año el verano es una aventura, en ese sentido, encuentro a la achicoria como una muy buena alternativa, considerando que resiste bien la sequía. En muchas partes del mundo este cultivo empieza a cobrar importancia, afirmó Blank.

El maíz

No deja de llamar la atención que para Daniel Blank, es el primer año de su vida que ha sembrado la achicoria y también el maíz. Y en ambos cultivos donde es primerizo, los resultados han sido muy buenos y por eso se ve animoso y con fe en todo lo que viene.

Este año sembraron tres variedades, uno fue el Tuniche 90 y dos de ByC, el +18T y el Barman, todos sembrados el 10 de noviembre del 2017.

Daniel Blank, muestra el desarrollo de hasta tres metros que alcanza el Tuniche 90, se ve verde, frondoso, demostrando su gran adaptación a un verano seco

El 10 de marzo, un día después de la primera lluvia otoñal, al internarnos en maizal, llamó la atención de Daniel, varias cañas tiradas en el camino y mordidas las mazorcas. Esto es obra de un jabalí, sentenció y no se hizo problemas, porque el daño no era cuantioso. Al llegar al final del camino, mostró la variedad Tuniche 90, que destacaba por tener una mazorca algo más chica y por mantenerse más verde que las otras dos variedades, cuyas hojas inferiores ya empezaban a ponerse amarillas.

Al revés, el otro maíz es un poco más dulce que el Tuniche.

Respecto del +18 T, describe Daniel, que es un un híbrido intermedio con un buen desarrollo de mazorca, con un grano más dulce, logrando una estatura promedio entre 2,8 y 3 metros. Es más alto que Tuniche 90, sin embargo, éste Tuniche 90, es un híbrido más resistente a las condiciones adversas, sobre todo la sequía, en cualquier circinstancia, su rendimiento no varía mucho, independiente de las condiciones a las que esté expuesto, es una carta más segura, es rústico pero a la vez noble, porque supera cualquier adversidad, afirmó Blank.

Barman a la izquierda y Tuniche 90 a la derecha

Respecto de Barman, el técnico indica que es un híbrido un poco más corto, de mazorca mucho más grande, que los otros dos y tiene menor follaje porque alcanza menos estatura. Está orientado a que aporte más de almidón en la composición del ensilaje. La mazorca, de esa variedad aporta mucho más que la planta en sí, porque Barman tiene un choclo “cototo”.
La idea de este primer año, era ver como se comportaban las variedades en el campo, en este suelo.

Como dato curioso, Blank cuenta que, “este año, fue el útlimo de Tuniche 90, el que será reemplazado por Tuniche 9005, que según la empresa, viene mejorado en rendimiento”.

El objetido de la tríada
El objetivo de las tres variedades de maíz, es lograr que en el ensilaje se puedan mezclar los beneficios de cada una en el producto final.
“Así, Tuniche 90 es un maíz que te da mayor volumen, aporta más verde y es casi seguro aunque tengamos un año seco. Eso lo pudimos comprobar este año.
Por su parte, Barman se empieza a secar antes, se resiente con la sequía, pero nos aporta más de almidón porque tiene una coronta mucho más formada, más grande, es más dulce y finalmente el + 18T, soporta muy bien la humedad no es muy exigente, y es un cultivo que también da un buen choclo. En resumen Tuniche nos aporta cantidad, volumen y los otros dos maíces están seleccionados para lograr una mejor composición del ensilaje, por su gran cantidad de almidón que entrega la mazorca”, finalizó Daniel Blank.

Resulta interesante apreciar en este predio, como en muchos otros, que hay iniciativas venturosas que buscan encontrar soluciones a los diversos problemas que genera la producción de leche en pradera. Se sigue diciendo que es lo más barato, sin embargo, vemos a grosso modo, que todos los años tenemos 2 ó 3 meses con la limitante del agua en verano y luego 4 a 5 meses de invierno, donde la pradera debe ser reemplazada por alimentos conservados y concentrados. Lo que nadie calcula son los vaivenes de la inestabilidad ruminal por la variabilidad alimenticia y su efecto sobre la producción. Bien se sabe que el rumen estable, es garante de mayor producción lechera. Es un tema que deberá ser abordado por especialistas.