Primeros pasos hacia el cooperativismo

Nuestra editorial por largos años ha incentivado a través de entrevistas y reportajes la asociatividad y el cooperativismo, y nos satisface poder presentar esta entrevista donde se ven avances de un espíritu cooperativo que es difícil de encontrar.

Torrencial Lechero, es un grupo variopinto de casi 40 productores, que en principio quiso partir como cooperativa, pero en el camino se dieron cuenta que no era fácil, que había mucho papeleo y que todo el proceso debía pasar por la superintendencia de cooperativas, así que la hicieron corta y formaron una SPA, pero con el espíritu cooperativo, eso quiere decir “que todos tienen la misma cantidad de acciones, independiente de los litros que aporten, porque tenemos socios en Torrencial Lechero que entregan 100 mil litros y otros que superan los 4 millones de litros al año”, afirma Fernando Willer Hube, gerente de la organización.

Fernando Willer. Gerente de Torrencial Lechero

Es interesante destacar de que el espíritu cooperativo siempre estuvo en los fundamentos del grupo queriendo integrarse con la industria, e hicieron un trabajo muy estrecho al inicio con Prolesur, siendo el mismo Willer quien participó de la elaboración de la pauta de pagos de sólidos de esa industria. Es más, en las conversaciones con Prolesur Fernando Willer les dio a entender que para aumentar la recepción y no andar cazando productores, debían incentivar a sus socios para que crezcan y así nació el contrato de incentivos de esa industria a la cual le entregaban casi toda la leche.
Y conversando con Juan Carlos Petersen, le hicieron ver que para crecer se necesitaba capital y el gerente de Prolesur dijo que ese no era su negocio así que propuso hacer reuniones tripartita con los bancos para hablar con los altos mandos bancarios nacionales, se hizo una presentación en tres importantes bancos, “los ejecutivos quedaban sorprendidos de que llegaran productores y la industria juntos a conversar el tema financiero para un proyecto común”, destacó Willer
Todo iba bien, agrega Rafael Osorio, presidente del directorio “hasta que en febrero anunciaron la baja de $16 por litro y ahí se nos vino a bajo todo lo que habíamos construido”.
“Para mi fue súper complicado, porque tenía que dar la cara a los socios, los que tenían que creerme que yo no sabía nada de esta baja de precio, es más, me enteré por un WhatsApp la baja del precio”, recuerda Willer.
Tuvimos que llamar a una asamblea urgente para explicar la situación a los socios, “los ánimos estaban muy exaltados”, afirma Osorio.
Hicieron una votación durante la asamblea y decidieron en forma unánime salirse y no entregar más leche a Prolesur, “perdíamos 70 millones de pesos, pero nosotros somos distintos y tomamos la decisión, sabiendo que en tres meses podíamos recuperarnos”, dice Fernando saboreando todavía el sabor amargo de esa experiencia que generó notables frutos.
Entregaron hasta el 15 de febrero. El día 16 Prolesur no recibió un solo litro de Torrencial Lechero, debiendo asumir el impacto de dejar de recibir 12 millones de litros.

Este fue un punto muy importante para Torrencial Lechero, relata Fernando “porque tuve que hacer una gestión de venta de la leche en dos semanas y eso no es nada sencillo, sin embargo como estábamos cerca del invierno y la producción era menor el tema se hizo algo más sencillo”.
Lo interesante es que Fernando Willer tuvo que sacar toda la agilidad producto de la adrenalina concentrada en su sangre por las circunstancias y consiguió diferentes precios para la leche, es decir, podían existir hasta $30 de diferencia entre un comprador y otro. Entonces el dilema que se presentó para el grupo es quien se quedaba con el mejor precio, porque humanamente, todos querían el mejor precio y eso no estaba dentro de las posibilidades comerciales.
“Así que se me ocurrió hacer una pauta única de pago, la pauta de Torrencial Lechero y se llegó a un acuerdo de tener un precio parejo para todos, independiente de donde se entregara la leche, se descontaba una comisión para la administración de la SPA y el excedente se guardaba en un fondo común que al tercer mes se repartiría a prorrata de los litros entregados, y así se hizo y sigue siendo parte del modelo de Torrencial Lechero, es decir, la mala experiencia con Prolesur, son sirvió para fortalecer el espíritu cooperativo”, afirmó con orgullo Willer.

La mirada presente y futuro

La forma de seguir tras mayores beneficios para la organización tiene tres aspectos bien claros, por un lado, es poder conseguir mejores precios de venta, lo que no es tan sencillo porque todas las plantas tienen sus pautas de pagos que prácticamente no son negociables. “Sin embargo, hemos empezado a vender bastante a pequeñas y medianas industrias queseras con transporte propio, es decir entregamos la leche puesta en el lugar”.
El segundo aspecto es trabajar el tema de los costos, para lo cual tienen un PDP que asiste al grupo en cuanto a calidad de leche, donde se consideran también rutinas de ordeña. En el mismo sentido, se empuja al productor a ser PABCO cuando no lo son y mantenerlos en esa categoría a los que ya son, porque, aunque no se vea un beneficio económico directo, la condición de PABCO te obliga a ser ordenado y eso a es un tremendo beneficio para el productor y para la organización en general.
Y por último, la tercera asistencia que reciben los socios de Torrencial Lechero es agronómica-alimentaria, de modo que el campo esté conectado con las necesidades de las vacas durante todo el ciclo.
Una de las ventajas que hemos podido apreciar, es que el agrónomo al visitar a varios de los socios, ha permitido uniformar las mezclas de fertilizantes usadas y llegar a dos, y así tenemos volumen y bajamos costos, lo que significa entre 30 a 40 mil pesos menos por tonelada. Y estas economías de escala se notan en el bolsillo del productor, así como en la compra de semillas, y otros insumos, destaca el gerente Willer.

Negocio interno
Un aspecto interesante que se ha ido generando en la dinámica comercial del grupo Torrencial Lechero, es la comercialización de productos entre los socios.
“Si alguien tiene vacas que quiere vender o vaquillas preñadas, primero se ofrece entre los socios, entre nosotros no nos cobramos comisión”, agrega Rafael Osorio y es una práctica cada vez más frecuente, donde se hacen medierías, servicios de maquinaria, afirma Fernando Willer.

Rafael Osorio. Presidente de Torrencial Lechero

Por otro lado, tienen un concentrado propio desarrollado para Torrencial Lechero, donde se aseguran principalmente que la calidad de las materias primas sea óptima, “esto es más relevante que el precio, porque lo que nos interesa es que el kilo de concentrado que le demos a nuestras vacas genere el efecto para el cual ha sido diseñado desde la perspectiva de la producción y eso es posible cuando la calidad de las materias primas son de buena calidad”, señala el gerente.
También cuentan con detector de antibióticos para la leche, el Twin Sensor, que sirve para salvar dudas en circunstancias que una vaca tratada con antibióticos por error esa leche pudiera haber terminado en el estanque del predio. El tema es delicado y puede suceder que vacas que han sido tratadas con la terapia de secado y que haya parido antes de tiempo, todavía tenga residuos de antibióticos y si se pasa, puede comprometer la calidad de la leche y ser sancionado por la planta. También tienen un “pelacola”, lector de DIIO, flameador de ubre, que están disponibles para los socios cuando necesiten ocuparlos.

Leche feliz
Finalmente habría un cuarto objetivo, que no han dejado de lado, “es poder integrarnos verticalmente con la industria y es lamentable apreciar que hoy a las antiguas rencillas que solían existir y podrán seguir existiendo entre productores, se suma el enfrentamiento entre las plantas y entonces se está generando una situación en que el retail es el que está sacando la mejor tajada del negocio. La cadena de distribución sin moverse de su escritorio y sin hacer ningún tipo de inversión se está llevando la mascada del león, dicen casi al unísono ambos entrevistados.

La idea es que quieren salir al mercado a vender productos lácteos, es decir, llegar con la leche del campo a la mesa del consumidor directamente, podría ser a través del comercio electrónico, hoy se ve una tendencia del mercado hacia esa forma de comercialización y Torrencial Lechero quiere ofrecer una leche con atributos como:
• Leche producida en base a pasturas naturales, con las ventajas de la presencia de los omega-3.
• Bienestar animal, bajo el concepto de “Vacas Felices”.
• Están trabajando con un proyecto FIA y la Universidad Austral, que consiste en encontrar bacterias acido lácticas nativas de la macro zona Los Lagos-Los Ríos, para fabricar productos lácteos con sello de origen.
Finalmente, Willer adelanta que han iniciado un trabajo con la Universidad Adolfo Ibáñez en Santiago para hacer estudios de mercado de productos que Torrencial Lechero quiere ofrecer al consumidor lo más natural posible, del campo a la mesa. “Queremos que el envase tenga un código QR, de tal forma que quien quiera saber lo que está consumiendo pueda ver un video usando la aplicación de su celular y se pueda enterar de la completa trazabilidad de lo que está ingiriendo la familia”, afirmó Fernando Willer, gerente de Torrencial Lechero.

Al parecer esta agrupación está sentando las bases de un cooperativismo en ciernes, donde se pueden ver los primeros pasos, sin embargo se puede inferir de lo que han contado, que empieza una especie de metamorfosis dura, y que deberá tener muchos cambios para pasar del clásico y férreo individualismo al beneficio comunitario. Ojalá podamos ver esta transformación pronto, y pasar del estado larvario al estado de vuelo de una feliz mariposa.