¿Es la leche el mejor alimento para los terneros?

Muchas veces formulo esta pregunta a alumnos o agricultores. La respuesta parece lógica. La biología y lo que sabemos de los mamíferos nos dicen que sí. Pero escarbemos un poco más y veamos qué nos dicen las investigaciones sobre el contenido nutricional de la leche y su efecto sobre los terneros.

Felipe Pino San Martín
PhD Nutrición de Rumiantes
Penn State University
pinovet@outlook.com

Antes de abordar específicamente la leche de vaca, revisemos algunos principios básicos de nutrición. El crecimiento de los terneros está determinado por muchos factores, pero la ingestión diaria de proteína y energía son lo más importante, seguido del aporte de minerales y vitaminas. La ingestión de energía frecuentemente es el primer factor limitante en un sistema de crianza inicial. Es necesario recordar que estamos en presencia de un animal mamífero, que se encuentra en un proceso de transición desde su nacimiento como pre-rumiante –donde el total de su alimentación es dependiente de dieta láctea (sea leche o sustituto lácteo)– a ser un rumiante eficiente, independiente de la dieta láctea y capaz de satisfacer sus requerimientos mediante la fermentación que genera la actividad ruminal una vez que es destetado.

Si el ternero consume más energía de la que necesita para su mantenimiento, esa energía “extra” puede ser utilizada para convertir la proteína de la dieta en tejidos corporales o masa muscular. Sin embargo, si un ternero consume menos energía de la que requiere para su mantención, no habrá energía disponible para crecimiento.

El consumo de dieta láctea, con un mínimo de 12.5% de sólidos como es la leche, debería ser entre el 10 y el 14% del peso vivo al nacimiento.

Las dietas destinadas a los terneros deben proveer energía suficiente para sostener el crecimiento, y proteína suficiente para ser usada para ese crecimiento. Alimentar con muy poco de cualquiera de los dos nutrientes, o alimentar con la proporción incorrecta de energía y proteína, limitará el crecimiento y tendrá un marcado efecto en la productividad vitalicia de esa ternera cuando sea un animal destinado a la producción de leche. La ingestión y composición de los nutrientes de todos los alimentos que consumen los terneros (leche, concentrado o forraje) puede afectar el potencial de crecimiento y también la productividad.

Los nutrientes que provee la leche

La leche de las vacas Holstein contiene 3.74% de grasa y 3.05% de proteína verdadera, así como 12.58% de sólidos totales. En base a materia seca, la leche entera proporciona 29.73% de grasa y 25.76% de proteína cruda. Estudios han determinado que el consumo de dieta láctea, con un mínimo de 12.5% de sólidos como es la leche, debería ser entre el 10 y el 14% del peso vivo al nacimiento (PVN). La Tabla 1, muestra cómo la cantidad de leche afecta el crecimiento de las terneras, asumiendo que la ternera pesó 45 kilos al nacer (Holstein americano), que es alimentada solo con leche (sin grano) y bajo temperaturas ambiente de alrededor de 20° C. Con las tasas de alimentación que se muestran en la Tabla 1, se cubren más de los requerimientos de energía para mantenimiento.

Las dietas destinadas a los terneros deben proveer energía suficiente para sostener el crecimiento, y proteína suficiente para ser usada para ese crecimiento.

Dependiendo de la cantidad suministrada, el crecimiento de la ternera podría estar limitado por la cantidad de proteína o energía en esta leche. En este cuadro podemos observar que para la alimentación basada en 4 lt/día el factor limitante es la energía, principalmente por dos razones: la primera, es que la cantidad total es menor a la recomendada solo por el peso de nacimiento de la ternera. En el ejemplo, si el peso de nacimiento es de 42 kg, con un 10% de dieta láctea, la oferta debería ser de 4.2 lt al día; y la segunda, es que esta dieta está basada solo en dieta láctea y no considera el consumo de concentrado que ocurre desde la primera semana de vida.

Esto nos lleva a pensar que, con nuestra realidad, en que los pesos de nacimiento no superan los 40 kg en hembras y que muchas veces están cercanos a los 30 kg de PVN, estaríamos sobrado en base a los requerimientos de los terneros. Si los aportes de leche son mayores, como en 5 o 6 lts, obviamente las GDP van a ser mayores, por los mayores consumos de leche, sin embargo se presentan deficiencias en los requerimientos de proteína.

Esto ocurre ya que tenemos animales que presentan una tasa de crecimiento muy acelerado, y al disponer de mayor dieta láctea disminuye el consumo de concentrado (que muchas veces es formulado en base a los requerimientos de PC y E requeridos por los terneros), lo que va a limitar la tasa de crecimiento. Además, los mayores consumos de leche van a provocar mayor estado de saciedad en el ternero, lo cual disminuye el consumo de concentrados y por ende se retrasa el desarrollo ruminal, provocando que necesitemos periodos más prolongados de crianza inicial, hasta que se produzca un adecuado desarrollo ruminal.

Esto es notoriamente claro en el caso de las terneras que consumieron 8 lt/día, donde incluso la GDP disminuyó. Es cierto que con 8 lt pueden presentar GDP de más de 1kg/día, pero como hay exceso de energía, las terneras almacenarán este exceso de energía como grasa, principalmente en la glándula mamaria en desarrollo, lo que predispone a una menor tasa de producción láctea en las primeras lactancias. En palabras sencillas, a consumos mayores de 6 lt/leche/día, se reduce la GDP y además se retrasa el desarrollo ruminal, y por ende se requiere de períodos más prolongados de crianza inicial, que deja de ser eficiente tanto para el animal como económicamente.

A una tasa de alimentación de 5 a 6 litros por día (o 10 a 12% del peso corporal) se balancea la cantidad de proteína y energía, y permitirá que las terneras ganen peso. Pero podríamos ser más eficientes si consumen 4 lt y si parte de esa energía y proteína son aportadas por el concentrado, de manera de estimular más el desarrollo ruminal. Cuando la cantidad dada es ajustada a medida que la ternera va creciendo y se combina con acceso a concentrado en forma libre, las terneras alimentadas con leche a esta tasa ganarán buen peso sin engordar excesivamente y asegurando una digestibilidad de la dieta post destete adecuada.

¿Qué pasa con los sustitutos de leche?

A diferencia de la leche entera, los sustitutos de leche no están limitados por la composición. Esto hace posible formular productos con contenido de proteína más alto y menos contenido de grasa, en comparación con la leche, reduciendo el efecto no deseado que tiene la grasa de estimular la saciedad. A su vez, esto puede proveer un mejor balance de energía y proteína para sostener tasas más rápidas de crecimiento sin que las terneras se engorden.

Sea leche o sustituto, mayor cantidad no nos va a generar mejores resultados.

Hay varios factores a considerar cuando se decide qué dar de comer a los terneros, y estos factores están usualmente relacionados. Es importante identificar las metas del programa de crianza inicial y recría de los terneros. Es necesario comparar los costos y resultados esperados y también las opciones de manejo que entrega su ternera, para que pueda seleccionar la opción que cubra sus necesidades. La leche entera es una opción viable cuando el precio de la leche es bajo, pero cuando el precio está bueno es mucho más rentable utilizar sustitutos. Además, es importante considerar los problemas sanitarios que hay en los predios, por lo que en muchos casos para asegurar la erradicación de algunas enfermedades es obligación el uso del sustituto.

Qué sustituto utilizar es la gran pregunta. Lo más importante es fijarse en la composición de ingredientes más que en la información nutricional. Claramente, el uso de proteína de origen lácteo va a ser mejor que la de origen vegetal y por ende mientras menor contenido de fibra y cenizas tenga un sustituto, de mejor calidad será. Importante sería saber los niveles de energía que tiene cada producto, pero son pocas las empresas que lo especifican en sus etiquetas. En resumen, ya sea leche o sustituto, mayor cantidad no nos va a generar mejores resultados. La GDP puede ser muy alta en base a leche, pero aquello provocará un mal desarrollo ruminal y por ende, un efecto rebote en el peso post destete y pérdidas graves de condición corporal e inmunidad en el período de la recría. Por esto es necesario la combinación perfecta entre dieta láctea y concentrado, que nos asegure una buena GDP, cumpliendo con los requerimientos de los terneros y un óptimo desarrollo ruminal.