Buena Muerte

La eutanasia es en muchos casos la única alternativa para poner fin al sufrimiento de un bovino. Una práctica tan lamentable como necesaria, cuyo objetivo es inducir la muerte sin causar dolor ni angustia al animal.

Jorge Salazar Vallejos
Médico Veterinario
Asesor Predial
jsv.vet@gmail.com
+56 9 31759830

“Eutanasia” es una palabra griega y significa “buena muerte”. Dicha técnica no es agradable bajo ninguna circunstancia, sin embargo los que trabajamos con animales debemos estar preparados para ello. En muchos casos es la única opción para proporcionar un pronto alivio a un animal que está sufriendo incontrolablemente, por lo tanto el objetivo se cumple cuando el deceso se induce sin causar dolor ni angustia al bovino.

Para evitar el dolor y la angustia se requiere que las técnicas utilizadas produzcan una pérdida inmediata de la conciencia, seguida por paro cardiaco y respiratorio, resultando finalmente en la pérdida de la función cerebral y la muerte. Las personas que llevan a cabo la eutanasia humanitaria de animales, deben ser técnicamente eficientes y tener un conocimiento básico de la anatomía animal y del equipo que va a ser utilizado. Asimismo, es responsabilidad de todos aquellos que trabajamos con animales, contar con el equipo adecuado para realizar  tal procedimiento, de modo de que este sea efectivo y eficiente.

Indicaciones para la eutanasia

  • Fractura, trauma o enfermedad de las extremidades, caderas o columna vertebral que resulta en la inmovilidad o incapacidad para moverse.
  • Pérdida de producción o calidad de vida (edad avanzada, mastitis severa. etc.).
  • Condiciones médicas que resultan en dolor excesivo y que no pueden ser aliviadas con tratamiento.
  • Emaciación o debilidad causada por enfermedades o heridas.
  • Parálisis debido a heridas traumáticas.
  • Enfermedad ocular avanzada (“cáncer del ojo”).
  • Enfermedades sin tratamiento efectivo conocido, con un bajo pronóstico de vida.
  • Animales sospechosos de rabia donde existe riesgo para la salud humana.

Métodos de eutanasia en bovinos

Los agentes de eutanasia primaria causan la muerte por tres mecanismos principales:

1. Depresión directa del sistema nervioso central o de los órganos necesarios para la función de la vida (sobredosis de barbitúricos, administración intravenosa saturada de cloruro de potasio o sulfato de magnesio).

2. La hipoxia asociada a procedimientos que bloquean la absorción de oxígeno, como la causada por el sangrado.

3. Interrupción física de la actividad cerebral, como la causada por un disparo, un perno cautivo penetrante o apuntillado.

Los métodos de eutanasia se clasifican en primarios y secundarios. Los primeros son aceptados por sí solos, en cambio los segundos deben aplicarse como complemento a un método primario, nunca por sí solos.

DISPARO

Método primario de eutanasia aceptado. Cuando se utiliza de manera correcta, el disparo induce la inconsciencia y la muerte instantánea del animal. Posee un costo bajo y no requiere tener un contacto con la vaca. Cabe destacar que este procedimiento debe ser llevado a cabo por personal idóneo en el majeo de armas de este tipo, y el arma debe ser la adecuada a la categoría del animal que se desee aplicar la eutanasia. La Figura 1 muestra el lugar preciso para ejecutar esta técnica, también para el uso de perno cautivo.

Figura 1

PERNO CAUTIVO PENETRANTE

Método primario de eutanasia aceptado. Este método puede ser penetrante o no penetrante. Solo los penetrantes son aprobados para eutanasia en bovinos adultos y, de acuerdo a las pautas de AVMA (American Veterinary Medical Association), no se debe usar como método único de eutanasia. El lugar de acción para el perno cautivo es el mismo lugar descrito anteriormente para un disparo. Para esta opción es necesaria una estrecha proximidad con el animal, por lo tanto una restricción adecuada y/o una sedación previa es indispensable.

Cabe destacar que tanto para el disparo como para el perno cautivo, existen variaciones de ubicación del arma, según especie, debido a diferencias anatómicas y de grosor del cráneo.

BARBITÚRICOS O DERIVADOS DEL ÁCIDO BARBITÚRICO

Método primario de eutanasia aceptado. Cuando se administra correctamente por vía intravenosa una sobredosis de barbitúricos (60-80 mg/kg de pentobarbital sódico IV) produce una rápida pérdida del conocimiento y anestesia, seguida por depresión respiratoria, hipoxia y paro cardiaco. El barbitúrico seleccionado debe ser potente, de acción prolongada y estable en solución. Este método se puede complementar en primera instancia con un pre-anestésico, seguido por la sobredosis de barbitúrico y, de ser necesario, complementar con un método secundario.

MÉTODOS DE EUTANASIA SECUNDARIOS O COMPLEMENTARIOS

Estos métodos se deben realizar si el animal está en un estado de inconsciencia, y para confirmar tal estado el animal 1) no debe tener reflejo corneal, 2) no debe tener vocalización, 3) no poseer reflejo nauseoso (movimientos voluntarios de lengua o al tragar), 4) presentar falta de respiración rítmica, y finalmente 5) no haber intento coordinado para pararse por sí mismo.

Dentro de estos métodos se consideran: un segundo disparo, desangrado (vena yugular y arteria aórtica) o apuntillado (varilla o puntilla que se introduce por el orificio dejado por una bala o perno cautivo), o la rápida inyección intravenosa de una solución concentrada de cloruro de potasio o sulfato de magnesio, tras el uso de un método primario de eutanasia.

CONSIDERACIONES PARA TOROS Y TERNEROS

Las consideraciones éticas no cambian en absoluto al tratarse de un animal más pequeño y débil. El trauma contundente por un golpe físico en terneros no es aceptado, debido a que el cráneo posee una gran dureza para una destrucción inmediata y letal del tejido cerebral. Para el caso específico del ternero, puede utilizarse un perno cautivo no penetrante o la inyección intravenosa de fármacos. Para el caso de los toros, se debe considerar una restricción física adecuada para evitar cualquier accidente, debido a la fuerza y peso que estos poseen, además de métodos primarios efectivos para tal categoría animal.

Consideraciones para la selección del método de eutanasia

1) Seguridad de las personas: en caso por ejemplo de utilizar un arma de fuego.

2) Bienestar animal: la muerte debe ser rápida e indolora, e idealmente en un lugar de tranquilidad absoluta para el animal, y que sea apropiada según el lugar.

3) Inmovilización: algunas técnicas como el uso de perno cautivo o disparo, requieren que el animal tenga cierta inmovilización previa.

4) Funcionalidad: cada técnica de eutanasia debe ser práctica de usar y realizada por el personal adecuado para que esta sea funcional, y deben tener acceso a equipos y/o medicamentos apropiados y en buen estado.

5) Habilidad: el personal que utilice la técnica de eutanasia, debe estar preparado para realizarla, independiente de cual sea esta.

6) Costo: cada técnica tiene un costo, algunas más elevadas que otras, otras requieren solo una inversión inicial.

7) Estética: muchas técnicas resultan en movimientos significativos involuntarios en los animales, que estéticamente para el ojo no acostumbrado puede ser malinterpretada y parecer dolorosa. Al seleccionar el método, se debe tener en cuenta las posibles reacciones negativas por parte del animal y observador.

8) Diagnóstico: el método utilizado no debe comprometer la recolección de muestra para un diagnóstico.

9) Desecho de la carcasa: siempre es relevante previo a la eutanasia considerar dónde dejar el animal, para la elección final de la técnica.

Métodos inaceptables de eutanasia

  • Trauma contundente aplicado manualmente a la cabeza de los terneros o bovinos adultos.
  • La inyección de químicos o sustancias no aprobadas como desinfectantes o agentes farmacéuticos no anestésicos.
  • La sedación con alfa-2 agonistas tales como xilazina seguida de cloruro de potasio, sulfato de magnesio o cualquier otro método de eutanasia que requiere que el animal esté inconsciente antes de su uso.
  • Inyección de aire a la vena.
  • Electrocución con un cable eléctrico de 120 voltios.
  • Ahogamiento.
  • Desangrado de un animal consciente.

Confirmación de la muerte

La confirmación de la muerte tras un procedimiento de eutanasia es absolutamente esencial, independiente de qué método se utiliza. Además nos ayuda a evitar cualquier tipo de accidente, ya que los animales pueden realizar movimientos involuntarios repentinos con sus extremidades que pueden causar daño a los operarios.

La siguiente combinación de criterios recomendados por la AVMA (American Veterinary Medical Association), se deben tener en cuenta para confirmar la muerte del animal:

  • Falta de pulso, respiración y reflejo corneal.
  • Nulo reflejo en patas al pellizcamiento de un dedo.
  • Incapacidad de oír por parte del personal los sonidos respiratorios y latidos del corazón, siempre con un fonendoscopio.
  • Membranas mucosas grisáceas.
  • Rigor mortis.

Considerar que ninguno de estos signos por sí solo confirma la muerte, a excepción del rigor mortis.

El objetivo de la eutanasia humanitaria es inducir la muerte sin causar dolor o angustia en un animal, sea la especie que sea. Cuando no hay un médico veterinario disponible para este procedimiento, los métodos físicos antes mencionados (primarios y secundarios), son opciones aceptables, teniendo ventajas y desventajas. Considerar que ambas requieren de un personal entrenado.

La eutanasia es a veces la única solución para aliviar el dolor y la angustia en un animal, que de otra manera serían incontrolables. Son varias las técnicas descritas como aceptables para tal procedimiento, lo importante es que cada una de estas sea debidamente ejecutada por el personal idóneo, con la finalidad de reducir el dolor y angustia del animal de manera rápida y eficiente, además de estar preparado emocionalmente para la ejecución, debido a que esta técnica no es una tarea placentera, pero sabiendo ejecutarla, previene el sufrimiento innecesario del animal.

Referencias

  • AABP. 2013. Practical Euthanasia of Cattle.
  • Shearer, J.K., Ramírez, A. 2013. Procedimientos para la eutanasia humanitaria.