RECOMENDACIONES GENERALES SOBRE ALIMENTACIÓN

La ganadería caprina silenciosamente va cobrando cada vez más fuerza, y se presenta como una alternativa comercial relativamente fácil de implementar, por cuanto precisa de poco terreno, existe un poder comprador, el mercado sigue creciendo y en consecuencia, consideramos como revista interesante mostrar este rubro que puede ser una vía de salvación para muchos que viven de la ganadería y que pueden estar padeciendo las inclemencias de los vientos huracanados del mercado.

William Césped. Médico Veterinario

A nivel mundial, la crianza de ganado caprino es una importante fuente de alimentos de alta calidad y con propiedades beneficiosas para los consumidores. En este sentido, la leche caprina y sus derivados son considerados como alimentos funcionales pues junto con aportar nutrientes esenciales y presentar una mayor digestibilidad, contribuyen a mejorar la calidad de vida de determinados grupos de personas al reducir los riesgos de intolerancia a la lactosa o a la proteína láctea de la leche bovina.

Las tendencias actuales de los sistemas de producción de leche caprina están asociadas a una mayor especialización, con una creciente incorporación de tecnologías en rebaños que aumentan de tamaño y donde la búsqueda de una mejor rentabilidad está directamente relacionada con una mayor productividad.

En planteles caprinos lecheros intensivos la alimentación se constituye en el principal componente de los costos de producción y, por otro lado, es el factor más importante que condiciona la rentabilidad.

Para la producción caprina lechera de alto rendimiento se requiere un apropiado aporte de alimentos de muy buena calidad y el suministro de agua de bebida a todos los animales en las diferentes etapas del ciclo productivo.

En términos generales, los caprinos poseen una gran capacidad para transformar los alimentos que consumen en productos tales como la leche, carne y cuero, entre otros. Es así como desde el punto de vista de la eficiencia de conversión alimenticia, las cabras lecheras son capaces de transformar 1 kilo de alimento de buena calidad en aproximadamente 1 a 1,5 lts de leche. Asimismo, se plantea que algunas razas caprinas tales como la Saanen y Alpina, pueden llegar a presentar una mayor eficiencia en producción lechera de hasta un 25 % al compararlas con vacas, búfalas y ovejas.

Dentro de las características de los caprinos destacan su capacidad para consumir una amplia variedad de alimentos, con una alta tasa masticatoria y una mayor capacidad para degradar forrajes fibrosos, gracias al predominio de bacterias y protozoos celulolíticos dentro de su microflora ruminal.

Un aspecto crítico es la necesidad de utilizar raciones balanceadas para la alimentación de los caprinos lecheros, las cuales deben incorporar forrajes, concentrados (energéticos y proteicos), minerales, vitaminas y otros micro-ingredientes, que deben ser mezclados convenientemente y entregados a los animales en una rutina estandarizada.

El objetivo central del programa de alimentación en caprinos lecheros es conseguir un alto nivel de consumo de alimentos al día y de agua limpia y fresca, cuidando de proveerles un ambiente confortable además de un sector limpio y seco para echarse, con lo cual se activa el mecanismo de la rumia y consecutivamente la producción de leche. A modo de referencia, una cabra lechera adulta debiese consumir aproximadamente entre 2 a 2,5 Kgs de materia seca al día de una ración balanceada con ingredientes de óptima calidad.

Otro de los aspectos centrales del programa de alimentación es reducir al mínimo las pérdidas de alimento, ya sea por rechazo de los animales o por pérdidas debido a fallas en la infraestructura, particularmente relacionadas con el diseño y estado de los comederos.

Una alternativa para mejorar estos puntos, corresponde al uso de maquinaria y equipamiento para la entrega de raciones totalmente mezcladas, lo cual permite automatizar todo el proceso de elaboración y entrega del alimento, aumentar la tasa de consumo de materia seca, reducir las pérdidas de campo y finalmente contribuir a una mayor productividad del sistema. Al respecto, existen algunas experiencias nacionales con el uso de raciones totalmente mezcladas en planteles caprinos lecheros de la zona central, las cuales han demostrado la adaptabilidad de los animales a este sistema y donde la ración es entregada con un grado intermedio de humedad, gracias al uso de diferentes insumos alimenticios provenientes de la agroindustria.

Finalmente, desde nuestro punto de vista, las mejores estrategias para la alimentación de caprinos lecheros son:

  • Diseñar raciones balanceadas y que cubran los requerimientos para cada etapa de los caprinos.
  • Utilizar insumos alimenticios de la mejor calidad posible (forrajes, concentrados y suplementos minerales + vitamínicos).
  • Respetar las rutinas de alimentación diaria para cada lote de animales.
  • Suministrar agua a libre disposición, limpia, fresca y en suficiente cantidad.
  • Mantener una supervisión permanente de los animales: su condición corporal, consumo de alimentos y producción de leche.

Y lo principal, establecer un sistema de registros e idealmente implementar control lechero para evaluar todo el programa de manejo y realizar ajustes en caso necesario, con información y parámetros de campo.