¿QUIERE CHILE TENER UNA GANADERÍA?

En febrero del 2014 titulamos en portada de la revista :¡Cuánto ganado, cuánto perdido!  Esto, porque ya era evidente que la ganadería iba en picada y nos dimos el trabajo de consultar a diversos actores sobre la materia, quienes nos ilustraron sobre la realidad poblacional de los bovinos y sus consecuencias.
En esa ocasión el especialista Miguel Ponce señalaba que 3,2 millones de cabezas de bovinos era una cifra que manejaba el sector. Hoy se reconocen 2,7 millones. Es decir en dos años perdimos 500.000 cabezas.
Sin embargo, a nosotros como revista nos llama profundamente la atención que en estos 11 años, los adalides de la ganadería, tanto gremiales, comerciales como los del mundo estatal, llámese SAG o Minagri, han hablado constantemente de DESARROLLO GANADERO, lo que es una contradicción por dónde se le mire, porque nuestra ganadería se jibariza aceleradamente, siendo una señal evidente de que algo no cuadra, que el sector ha estado dando señales durante una década o más, de que se desmorona generando una pérdida no sólo del volumen de la ganadería, sino de un patrimonio genético, de un sistema operativo laboral, de un uso del suelo armonioso con el ecosistema.

En esta ocasión, nos dirigimos a conversar a “calzón quitado” con Iván Flores, diputado por Valdivia y además médico veterinario, quien ha tenido la osadía de defender al sector ganadero brillantemente en la Cámara, invitando incluso a diversos representantes de la ganadería nacional para conversar en directo sobre lo que está sucediendo en Chile con la  producción de carne y de leche.

Diputado Iván Flores, representante de la X Región

Si hacemos una breve historia nacional, quisiera destacar que el golpe militar generó un nuevo marco económico, llamado neoliberal, globalizado y globalizante, que en menos de una década hizo desaparecer a miles de productores de aves y cerdos de la zona central, concentrándose el mercado en muy pocas y conocidas manos. Y me parece esa consecuencia muy lógica y previsible, porque cuando se deja al mercado al libre albedrío, lo esperable del modelo es que sólo queden unos pocos, como lo podemos constatar en varias áreas de la economía. Ese es el diseño del modelo. Es lo esperable.
Sin embargo, llega la democracia y respecto de lo que nos convoca, las estadísticas gruesas nos dicen que han desaparecido bajo los gobiernos democráticos más del 50% de los productores lecheros de Bío-Bío, una cifra semejante en la Araucanía y todavía no tenemos claridad de lo que ha sucedido en las regiones de Los Lagos y de Los Ríos. Puedo mencionar una cifra que Marcelo Alonzo, ex funcionario de Nestlé, señalara en una charla a productores: “Hace 20 años en Osorno Nestlé tenía 2500 productores, hoy solo 500 entregan leche a esa planta”.
El punto es que hoy suena el gong de una cifra alarmante, apenas nos quedan 2,7 millones de cabeza de bovinos en Chile. Esto significa una reducción de un 35,7%, en menos de una década. ¿Qué le pasa a usted como político y médico veterinario en este escenario?

Yo estudié medicina veterinaria en la década de los 70 y las estadísticas oficiales de esos años, nos mostraban una ganadería que había venido creciendo desde la época de los 30, llegando a los 4,3 a 4,5 millones de cabezas. En la época de los 70 vivimos una especie de estabilización con guarismos del orden de los 4 millones. Sin embargo, por decisiones ajenas al mundo rural y una apertura de Chile al mercado externo en la época de la dictadura, significó que un ministro de la época del general, el Sr. Martín Costábal Llona, llegara a decir “Si no están de acuerdo, cómanse las vacas”.
Lo que quiero destacar es que a partir de esa época, Chile ha estado carente de políticas públicas y lo que vivimos es para decirlo en simple, “pasarse de la raya”.
Ahora si recordamos el gobierno de Allende donde se quiso imponer un Estado que regulara, que controlara más y donde se instauró la política de un litro de leche obligatorio para cada niño,- que no fue una idea propia- esto venía de la línea pública de países desarrollados. Y de esto pasamos al otro extremo que significó abrir el mercado, que fue exponer a nuestro país, a nuestra gente a una suerte de “sálvese quien pueda”. Pero con distorsiones que afloran por todas partes, por nombrar una, se dejó caer la línea de ferrocarriles para darles paso en la vuelta de mano a los camioneros que habían significado el pivote desestabilizador para la caída de Allende y de paso favorecer a un par de empresas de buses que se transformaron en monopolio. Así perdimos el tren y nos quedamos con los buses.
Y lo mismo pasó con la ganadería y cada vez que hubo dificultades se culpaba a los productores y se les acusaba de “llorones”. Según los economistas, un año lloraban y el otro estaban tranquilos, porque las condiciones mejoraban por diversas razones.
Sin embargo, el ciclo productivo en ganadería es muy diferente al de los cerdos y al de los pollos, que son exageradamente más rápidos. En estas especies hablamos de ciclos de algunos meses, en ganadería estamos hablando de 4 a 5 años.
Sin embargo, hay que destacar la base genética que tiene la ganadería del sur de Chile, porque desde que se creó el centro de inseminación artificial, de la Universidad Austral, en la década de los 50 tuvimos la fortuna de importar toros de la mejor calidad mundial en aquella época. Esto, porque hubo una política pública de traer lo mejor del mundo. Los primeros toros holandeses que llegaron, fueron toros que por primera vez tenían test de progenie, esta práctica científica recién comenzaba y los holandeses al rato se dieron cuenta que habían exportado la gallina de los huevos de oro, al punto que hicieron gestiones para recuperar esos  valiosos reproductores. Nosotros teníamos un gran stock de semen de esos toros y de uno en particular que ya había fallecido. Bueno ese material genético más una serie de políticas públicas permitieron que la ganadería se desarrollara en el sur. Y se impactó sobre la pequeña ganadería y la mediana principalmente, porque casi no había gran ganadería, y la agricultura familiar campesina que siempre existió.

A parte del nuevo orden económico, ¿qué otros elementos juegan en contra de la ganadería?
Bueno, después aparece un fenómeno determinante y muy vigente en estos días de incendios: El decreto 701, que comienza a desplazar la frontera agrícola y empieza a reemplazar la tierra cultivable y tierra ganadera hacia lo forestal, se reemplaza el bosque nativo por una plantación de especies exógenas. Quiero ser claro, no se hacen bosques, se hacen plantaciones. La tierra plantada con pinos, no son bosques.
En la región de Los Ríos, en ese tiempo provincia de Valdivia, habían 25 mil hectáreas más cultivables que después quedaron en desuso o reemplazadas por plantaciones, este cambio tiene que ver con el abandono que ha hecho el Estado de Chile con los ganaderos, ha sido sistemático hasta hoy, cuando los sucesivos Ministros de Agricultura dicen que el gobierno -cualquiera sea-,  no puede intervenir en el mercado, porque nosotros estamos en una economía social de mercado y tenemos una economía abierta, en donde la libre competencia es soberana y por lo tanto, el que mejor produce, el que es más eficiente, es el que gana. Y esto ha significado que el sistema ha venido favoreciendo la proliferación de algunos lobos que se visten al principio con piel de oveja y después no tienen ningún problema para sacarse el disfraz y estos lobos se apropian del mercado, lo hemos visto en la carne, en la leche, en otros rubros agrícolas y esto a vista y paciencia de quienes tienen que definir políticas públicas, me voy a saltar buena parte de la historia y me concentro en el día de hoy.
Cuando un Ministro de Agricultura dice que no puede intervenir en los problemas de mercado porque es problema de privados, está entregando a Chile a las fauces de los lobos.
El ministro sabe que hoy día existe tristemente en Chile una concentración económica brutal, estamos hablando de que entre tres o cuatro personas son los dueños del retail, de las ferreterías principales de Chile que son las que fijan el precio, sabemos que son los mismos dueños que tienen las tres cadenas o las cuatro cadenas de farmacias más grandes y que ya quedó demostrado que se coluden. También el país sabe que los productores de cerdo eliminaron la competencia hace rato y sabemos que los tres productores de aves más destacados se coludieron para fijar el precio.
Bueno, esta concentración económica brutal en Chile ¿cuándo la frenamos? La única forma de frenar y cambiar este macabro escenario, es con políticas públicas. Y eso será el día en que el ejecutivo, el gobierno, cualquier gobierno, de la tendencia política que sea, y a mí me extraña que nuestro gobierno que es de centro izquierda, que tienen como principio fundamental la persona, o sea el consumidor y también el productor en servicio del consumidor, hoy día mira para el techo y se hace el loco .

¿Y que piensa de la exportación de vaquillas vivas?
No puedo concebir que estemos exportando la mejor calidad genética a China y a Turquía, casi 40 mil cabezas de ganado exportados en dos años y seguimos en lo mismo. Es efectivo que hoy puede ser un salvavidas para muchos ganaderos, que producto del mal precio de la leche o por las distorsiones de las importaciones de la carne no les queda otra que vender su mejor genética lechera o su mejor torete para carne y se exportan en pie, a un precio ridículo, un poco más que lo paga el matadero.
Esto es la desesperación, porque la genética cuesta 5, 6, 10 veces el precio de kilo del animal vivo, porque lo que se está vendiendo es lo superlativo que va en el ADN de la vaquilla, que implica su potencial producción de leche y su descendencia y eso no puede valer un poco más  que un kilo de carne.
Hagamos un ejercicio cotidiano y vamos a comprar por ejemplo un carnero, y veremos que costará 300 ó 500 mil pesos, y más incluso. En cambio un cordero para el asado bordea los 50 mil.

¿Qué información manejas relacionado con el precio pagado por la industria en  Chile?
Acá la distorsión es muy grande, fíjate que la leche en Chile, (y no lo digo como diputado de la República, claro soy veterinario, tengo alguna especialización y tengo experiencia en organismos internacionales y también en instituciones públicas nacionales) de acuerdo a informes de instituciones especializadas que publican información seria,  nos dicen que los precios estandarizados de la leche en Chile al consumidor es de los más altos del mundo. Más de 700 pesos estandarizados y tenemos uno de los precios más bajos pagados a productor.
Cuando las revistas publican, cuál es el valor de producción más bajo, aparecen los países africanos, aquellos productores que tienen 5 vacas y caminan con ellas pastoreando por el camino, es un agricultor de supervivencia que no tiene mayores costos que caminar junto a sus vacas.
Sin embargo, ese precio no tiene ningún asidero para poder hacerlo comparativo con una explotación comercial. Y en el mismo sentido, cuando se habla de que Chile tiene un costo de producción de 140 pesos, se están refiriendo a pequeñísimos productores que no fertilizan, que no resiembran praderas, que tienen un manejo tremendamente rudimentario porque no tienen recursos y eso no es sustentable. Entonces cuando vamos, a un sistema de producción medianamente tecnificado, estamos viendo que el costo sobrepasa los 220 pesos por cada litro de leche que se produce y el mercado hoy día le está pagando bajo el costo y eso significa entonces que tenemos una distorsión, provocada por un mercado absolutamente imperfecto, completamente oligopsónico.

Algunos argumentan que Colun es parte de la competencia.
No me vengan con historias, de que hoy día tenemos competencia porque la Colun que es una gran empresa de la región de Los Ríos compite contra Soprole o Nestlé, estamos claro que no es así. Porque Colun es una cooperativa cerrada, que no solamente le paga al productor por el litro de leche que entrega, sino que además ese mismo productor compra insumos más baratos porque los compran por volumen y también es parte de la distribución anual de las utilidades al final del ejercicio comercial de la cooperativa. Por lo tanto, al sesenta y tanto por ciento de los demás productores, no tienen más opción que venderle a Soprole que es primo hermano de Nestlé y que dicho sea de paso, se ponen de acuerdo y fijan el precio y terminan en definitiva regulando el mercado. Dígame usted, si eso no requiere con urgencia la intervención, como sucedió en Estados Unidos, (que no es un país estalinista ni estatizado), donde existe una comisión para estudiar y regular los precios, y cuando sobró leche y animales en Estados Unidos para poder regular el mercado hicieron el DTP, que terminó enviando a matadero a cerca de un millón de hembras con el compromiso de que el productor salía del negocio por 5 años, pero le pagaban un año completo de producción al contado, más otras ventajas que tenían para que el hombre pueda hacer otra cosa durante los 5 años que iba a estar fuera del negocio, y esos vientres que al principio se pensó que iban a ser carne para hamburguesa terminaron siendo exportadas a otros países, como material genético de alta calidad y se hicieron tremendos programas de exportación para no matarlas, pero intervino el Estado para  corregir el precio y nosotros aquí, somos más papistas que el papa y la autoridad dice que no podemos intervenir con políticas públicas porque es un problema del mercado.
Si esto no es función del Estado, entonces díganme, ¿Cuál es la función del Estado? ¿Dejar que los tiburones se terminen comiendo las mojarras, los jureles, los salmones, los congrios y todo lo demás?
Quiero ser claro que esta tremenda preocupación, no es mía solamente, la tiene la comisión de agricultura, y muchos parlamentarios más.

Y respecto de la carne, ¿hay conciencia en que se importa mala calidad?
Nos duele escuchar lo que el presidente de la asociación de importadores de carne ha señalado el día de hoy, y que dice, lo resumo en el titular, “estamos felices, batimos récord de importación de carne en Chile”, porque estamos exportando la gallina de los huevos de oro y estamos importando suelita de zapato.  Porque la carne que importamos es ganado cebuíno y yo sé de eso, yo he juzgado ganado cebuíno y se cómo se produce y sé a qué edad madura y se cual es la terneza de esa carne y sé cual es su calidad, bueno cuando el presidente de los importadores dice que están felices porque batieron récord de importación, significa entonces que el productor no tiene donde vender, entonces además del precio del problema de la leche y que el agricultor se ve obligado a descargar sus campos y a vender lo que no quisiera vender, porque es su material genético y sus hembras de remplazo terminan siendo pésimamente pagadas, se abre otro flanco que es el precio de la carne producto de esas tremendas importaciones.

En este escenario es que tenemos ya no cuatro millones y tanto de cabezas de ganado sino que tenemos dos millones setecientos mil. Y esto es alarmante y quiero decir algo que es más elocuente todavía, el año pasado de las novecientas mil cabezas que se enviaron a matadero, el 49% eran hembras, eso no es sustentable en ningún país que quiera tener ganadería.

Veamos lo que pasa en Argentina, hoy están en programa público para incentivar el aumento de una masa de 50 millones a 56 millones de cabezas, lo mismo ocurre con los uruguayos que  teniendo la mejor calidad de carne del mundo, están empecinados en un programa de aumentar la masa ganadera porque ellos venden calidad, y nosotros que tenemos una tremenda calidad genética la estamos exportando a precios prácticamente de vara, precio de feria y estamos felices y convencidos que “el mercado está funcionando”.
Lo que estamos viendo es un deterioro sin precedentes como consecuencia de un mercado irregular, distorsionado tanto en carne como en la leche.

¿Y esto acarreará problemas sociales?
Hay que pensar en los cientos de miles de trabajadores agrícolas que hoy día viven del campo, a los miles de comerciantes que en las pequeñas comunas viven de la actividad agrícola.
La comuna de Máfil que tiene aproximadamente doce mil habitantes, me atrevería a decir que prácticamente la totalidad de sus habitantes, incluida la ciudad, dependen de la agricultura. ¿Por qué la ciudad? Porque el comercio de Máfil vive el fin de semana de todos los habitantes que la visitan, los pequeños productores agrícolas, las comunidades indígenas vienen comprar sus víveres en el supermercado, sus cosas en la tienda. De eso vive Máfil, Mariquina, Lanco, Panguipulli, de la gente que vive y produce bienes en el campo. Entonces cuando los gobernantes no son capaces de crear un mercado más justo y un precio más justo, lo que estamos haciendo es obligarlos a escapar del campo y se ven obligados a vender la tierra, incluso a extranjeros, que ojo, en algunos sectores del sur de Chile se está empezando a notar fuertemente.
La pregunta que yo he hecho en la Cámara de Diputados es muy simple, si no queremos fijar políticas públicas para corregir el mercado, entonces Chile tiene que contestarse una pregunta, y es urgente de hacerlo, hablemos las cosas con claridad: ¿Chile quiere tener o no quiere tener ganadería? Hoy no podemos ser ambiguos! Si la respuesta es no!  Entonces tenemos que tener un plan de contingencia, así como se hizo con el carbón en la región del Bío Bío, donde hubo que reconvertir a miles de trabajadores, y aparecieron muchos peluqueros y muchos sastres porque no había que otra cosa ofrecerles.
Si no queremos ganadería,  tenemos que empezar a preparar a la gente porque no la podemos dejar botada a toda la gente que vive de la pequeña agricultura o los trabajadores agrícolas.  Porque el dueño del fundo, en el peor de los casos vende el fundo, va a poner su plata a fondo fijo, a plazo fijo y se salva.

Es lamentable que el mundo político haya estado ajeno, recién después de 30 años de democracia vemos el problema, esta preocupación es muy seria porque es impactante que hayamos bajado un 40% la masa ganadera de bovinos en tan poco tiempo.

Si apreciamos las estadísticas, éstas pueden ser muy equívocas cuando las leemos mal. Decimos que en Chile la población rural es del orden del 11% a 12%.
Pero estamos considerando a Santiago, y en mi región de Los Ríos a Valdivia, pero si yo saco a Santiago y a Valdivia, las cifras cambian diametralmente.
La región de Los Ríos que la conozco bien desde que fui intendente, cuando yo saco a la comuna de Valdivia que tiene más de un tercio de la población de la región, podemos ver que tengo más de un 50% de población que está viviendo en el campo.
Entonces es tremendamente irresponsable decir, que la gente del campo en Chile es poca y que representa un 12% de la población nacional. Esto es no saber mirar la realidad.

Si nos vamos a lo humano, ¿dónde falla acá el hombre?
El mea culpa es para todos, yo creo que ha habido descuido y es porque hasta el momento y lo digo con mucha claridad, la desorganización, la falta de confianza y una competitividad mal entendida de las organizaciones de productores, ha significado que no haya una sola voz. Y como cada uno grita por su lado y no confía en la otra asociación gremial y se pelean, al final terminan en una vocecita, apenas un gallito, que a nadie le importa. Si los productores se reunieran, y fueran capaces de mirar con luces largas el futuro, con generosidad y sin personalismos, esa vocecita se transformaría en un vozarrón, que podría hablar con fuerza al gobierno, cualquiera sea.
Este gobierno está terminando y tienen que empezar a prepararse para conversar desde el principio con el próximo gobierno. Mi primera sugerencia es que los productores se organicen para hacer planteamientos serios, profundos, documentados, técnicos, para que el gobierno escuche y pueda hacer políticas públicas serias, porque hasta el momento las políticas públicas son extremadamente menores, muy sectoriales y muy puntuales.
Ahora hay que tomar decisiones para hacer un giro en las tendencias y para eso necesitamos autoridades públicas más comprometidas con el sector que representan y por la contraparte, necesitamos dirigentes gremiales representados en una sola voz.

¿El mundo político está consciente de las distorsiones?

Yo creo que el mundo político lo ignora, porque la verdad, por tradición el mundo político ha estado trabajando con los programas públicos y las instituciones públicas tradicionales, no se ha metido en estas distorsiones del mercado.
Aquí hay una responsabilidad que tenemos que asumir los políticos. Cuando hablo de los políticos estoy hablando de los partidos políticos que tiene representación parlamentaria, en un poder del Estado, en este escenario, algunos políticos saben más, otros sabemos menos de agricultura, de ganadería, pero hemos sido incapaces de estudiar lo que significan las condiciones del mercado, su impacto en el desarrollo.

¿Qué opinas respecto de la presencia de Nueva Zelandia en Chile?
Producir no cuesta nada, como dice un dicho mexicano muy sabio, casi aristotélico:  “Con tierra, agua y tractor, cualquier pendejo es agricultor”.
Chile es uno de los mejores países del mundo para producir leche, la diferencia está en que no tenemos un gobierno como el neozelandés que apoya a los productores con políticas públicas claras para utilizar hasta el último centímetro de tierra para conseguir el triple de masa ganadera bovina y como tres o cuatro veces más de ovinos y tener a la gente viviendo en el campo con altísima tecnología y calidad de vida. Esas son políticas públicas, esos son apoyos planificados de un Estado comprometido con sus productores.
¿Entonces que falta? Cuando en Chile podemos producir la mejor leche del mundo y tenemos una genética ganadera de las mejores del mundo. Es evidente que no es un problema de genética, no es un problema de suelo, ¿donde está el problema entonces? En la comercialización! Que sacamos con producir, si nos pagan menos del costo de la producción, si tenemos un mercado absolutamente monopsónico. Aquí hay que intervenir,  o esto se termina y se muere.

Desde mi punto de vista no podría culpar a los neozelandeses por las políticas abiertas que tiene Chile, sin embargo, lo que vemos es un arma de doble filo. ¿Cómo lo ves?
Mira, los neozelandeses son campeones mundiales de rugby un deporte de contacto bastante duro, pero que cuando ellos juegan, juegan tres tiempos en su patria. En Chile los rugbistas neozelandeses juegan solo el primer y el segundo tiempo, que es de meta combo y meta patada, detrás de una pelotita.
El tercer tiempo que juegan allá, es la convivencia, y esta tradición se realiza para que los dos equipos no terminen violentados y lleno de resquemores. Una vez que sonó el pito final, los rugbistas tienen la obligación de jugar el tercer tiempo y se toman su cerveza y se comen un sándwich, y aquí no ha pasado nada, somos todos amigos.
A los neozelandeses en Chile se les olvidó jugar el tercer tiempo y lo que están haciendo es seguirle dando combos y patadas sin pelotita a los productores chilenos, eso es Fonterra, que compra en Chile y se lleva utilidades a Nueva Zelandia.
Podemos ver que tenemos un sistema de comercialización y de industrialización, absolutamente distorsionado, en donde el Estado no ha tenido la voluntad política de intervenir para corregir la distorsión, entonces para esos neozelandeses que se les olvidó jugar el tercer tiempo, Chile es un paraíso, nadie los para y nos van a ganar por goleada.
El problema es que también es algo irracional, porque no solo saben dar patadas y mordiscos en el primer y segundo tiempo, son brutos, porque están matando su propia industria, el día que terminen de quebrar los lecheros, van a tener que irse de Chile porque no tendrán leche que procesar, a no ser que quieran seguir importando leche en polvo de Nueva Zelandia agregándole agüita y reconstituyéndola en Chile y vendiéndola como yogurt, leche condensada.

Yo no soy brujo, ni pitoniso pero si la producción se termina, capaz que un neozelandés se le ocurra utilizar el cupo de Chile para exportar quesos o para exportar algunos productos lácteos, utilizando la reconstitución de leche neozelandesa.

¿Qué opinan los que están en el rubro ganadero?

Quisimos incluir la opinión de varios personeros que están directamente con la ganadería y entonces les enviamos por correo algunas preguntas para saber su opinión sobre este síntoma de atomización ganadera nacional.

1. Había conciencia en los productores del rubro que esta baja de la población era una realidad que se horneaba hace rato?
2. Tienes una estadística, una percepción de la cantidad de lecheros y ganaderos que se ha salido del negocio estos últimos 5 años?
3. Tienes idea cuál ha sido el cambio del uso de ese suelo ganadero? Pasó a cultivos anuales? Bosque? Viñas? Frutales?
4. Qué porcentaje de lecheros han terminado en una quiebra comercial?
5. Crees que el tema lechero es irreversible? Siempre se ha dicho, que aquel se va de la leche nunca más vuelve a ser lechero.
6. El cambio climático es evidente en el sur, y por lo tanto se mejoran las posibilidades de hacer uso del suelo con productos más rentables y con menor riesgo. Eso se va viendo en los campos? Ha llegado nueva gente de la zona central u otras zonas del país?
7. Qué  crees tú que podría recuperar la masa ganadera nacional? Un plan, una condición especial.
8. Por otro lado, no será esto un signo de que en Chile no existe una cultura ganadera?
9. Cómo es que se llega a esas cifras, sin que nadie se inquiete? Por el contrario, se toma palco y se observa lo que sucede: No ha existido la voz del colegio Médico Veterinario, de los Agrónomos, de los gremios.
10. Será que el sueño de ser una potencia ganadera, es solo una idea desmedida de algunas personas? Y a la luz de las cifras hay muy poco interesados en la ganadería.
11. Abiertamente, en los años 80, había letreros por todas partes: CHILE, PAIS FORESTAL». Será que le ganaron los forestales a los ganaderos y hoy hay que aceptar la derrota?
12. Quien da más trabajo a la comunidad local, una lechería o un bosque?
13. Crees que el sistema comercial que rige en la ganadería, es un buen estímulo para desarrollar el sector y exportar?
14. Quien concentra más riqueza, la lechería o el bosque. O quien reparte más riqueza, la lechería o el bosque?
15. Si apreciamos lo que sucedió en la década del 70-80, el país vio desaparecer a miles de productores porcinos y avícolas.  Nunca se escuchó un reclamo. Nunca vimos una alarma. Las reglas eran claras: Libre mercado. ¿Puede seguir Chile con ese verso dogmático, como una nueva religión? De hecho Mr Trump es contrario al TTP y Xi Jinping, en cambio, comunista y todo, va por el mundo con la guaripola del capitalismo globalizador.
16. Dejamos de producir bicicletas, telas, zapatos, cañerías de cobre, porque no era negocio, era más barato traerlo del exterior, lo mismo la carne. Pero en esa lógica, le pueden seguir el pan, el arroz, los helados, las paltas. ¿Tienes un contrargumento contra el libre mercado?


Harry Jürgensen. Gerente Ferias Osorno
1. La matanza  descontrolada de terneros lecheros recién nacidos y  el aumento de matanza de hembras de razas carniceras, por mejores opciones económicas,  daban claras  señales de la disminución  de la masa ganadera, lo que como Corpcarne hicimos presente oportuna y repetidamente a las autoridades, en cada oportunidad que podíamos… Incluso presentamos una iniciativa al propio Ministro de Agricultura  cuyo objeto era  retener  los terneros  lecheros, mediante la crianza natural en la Agricultura Familiar Campesina, a través de  un incentivo fiscal de $ 40.000 por ternero criado, que se financiaba con holgura mediante el IVA, que  con la muerte de ternero  el fisco dejaba de percibir.- Pero  la autoridad prefirió dejar que las cosas ocurran como ocurrieron.

2. No hay cifras oficiales de la cantidad de  crianceros carniceros que se han retirado del negocio, pero son muchos, para impactar tan negativamente la masa de vacas especialmente en la Región de La Araucanía.- En las regiones lecheras, como Los Ríos y Los Lagos, la leche sustentaba la permanencia de la vacas, pero no de los terneros, cuyo costo de crianza superaba por mucho el valor que se podría obtener a la venta.- No hay duda que los acuerdos  sanitarios posteriores  suscritos  por el SAG con países importadores de terneros vivos como México, Egipto y Turquía, , permitió el acceso a esos mercados y a normalizar los precios internos que estaban en el suelo.- La crianza de los terneros se sustenta en un precio  normal, así como también la producción lechera en el precio de la leche, lo que no es diferente con el cobre, ni las frutas, ni el vino.

3. En la competencia por el suelo  agrícola en la Región de la Araucanía ganaron  los cultivos tradicionales y en todas las regiones siempre  ganan los frutales: arándano,  cerezas y avellano europeo.-  Pero todavía en nuestra zona sur los frutales no superan las 15.000 has, pero avanza año a año, como una buena opción agrícola.- El empresario  agrícola no debe ser criticado  por buscar e invertir siempre en la mejor opción, es su misión para encontrar la mejor productividad y las ventajas competitivas.

4. No hay dudas que los campos que se venden en el sur, en su mayoría son comprados por empresarios de La Región Metropolitana, después también aparecen inversionistas extranjeros y en menor escala empresarios agrícolas de nuestras regiones.-  La razón es muy simple: Nuestras actividades agropecuarias en el sur generan menos riqueza que las demás acciones  económicas y profesionales.
5. La única forma de recuperar la ganadería chilena, es rentabilizando los productos de la vaca: si es lechera el negocio de la leche debe ser económicamente sustentable sumado a la  crianza de los terneros, de tal forma que si no la realizan los propios productores lecheros lo puedan realizar recrianceros especializados (el  precio del ternero debe  estar siempre en el nivel internacional). Entonces, cuando  la crianza de animales bovinos genera pérdidas, la consecuencia natural es la caída de la masa ganadera.
La Organización Agrícola del Estado debe velar para que las condiciones de crianza de los terneros siempre sea económicamente sustentable, porque el Estado chileno debe actuar interesadamente como socio importante  del empresario, ya que participa de los buenos resultados a través de los impuestos. Desde el punto de vista económico, es  incomprensible que algunas ideologías políticas no sepan valorar esta condición esencial o, de lo contrario simplemente se trata de incapacidad de entender el tema y planificar y actuar  desde la ignorancia,  aunque estoy seguro que la mayoría de las políticas se aplican conscientemente  en Chile  en  función de la  clientela  electoral, lo que lamentablemente ocurre en la mayoría de los seudos  programas de desarrollo que se instalan.

6. Nuestra sociedad ha  ido perdiendo el interés en la ganadería, pero las raíces de nuestra  cultura y nuestro folclor están en  el campo  y en  nuestra ganadería. Eso sí, no somos un país ganadero como Uruguay, donde se respira ganadería desde su capital Montevideo, porque Chile es definitivamente un país minero y en Santiago se respiran aires financieros y políticos.-
7. He tratado, durante toda mi vida de trabajo,  ser un agente positivo respecto del desarrollo de la ganadería chilena, en cuanto a participar en los gremios agropecuarios que la representen, actuar en   los mejores sistemas de comercialización, apoyar el desarrollo de la industria y la aplicación de  tecnologías de punta, buscar la forma de elevar nuestra productividad nacional  y encontrar el valor agregado de la carne chilena, con el desarrollo de nichos de mercado interno, externo, conquistar los mercados más exigentes del mundo y destacar  incesantemente los atributos de la carne roja chilena.

8. Aparentemente a ninguna autoridad  le preocupa que hayamos perdido el 27% de nuestro patrimonio ganadero (ni siquiera a los de nuestras regiones sureñas), en los últimos 7 años, tal vez porque lo sientan muy lejano e irrelevante en lo nacional, ya que  los que vivimos de la ganadería recibimos  el terrible impacto de la caída,  en forma directa con el derrumbe de los ingresos. La  agricultura del sur, los ciudadanos del sur y nuestras economías regionales, están viviendo las consecuencias negativas, que a nivel de la Región Metropolitana y el norte se resuelve simplemente  con mayor importación para cubrir la demanda interna.

9. Definitivamente no somos potencia  mundial  en ganadería ni en producción de carne, al contrario somos de los más pequeños de toda  América. Hoy somos el 1,5% de lo que representa Brasil,  la quinta parte de Uruguay y Paraguay  y la décima parte de Colombia,  pero somos el único país libre de aftosa sin vacunación, un país con un gran patrimonio fito y  zoosanitario, con importantes y ventajosos  tratados  vigentes de libre comercio con USA, UE, China y Japón y un potencial ganadero que debe permitirnos duplicar nuestra masa ganadera y nuestra producción y  multiplicar 10 veces nuestras exportaciones. Ese potencial no lo  hemos sabido desarrollar, como país y eso es grave para las economías  regionales del sur chileno y para la pretensiones de  legítimo progreso de nuestra gente.

10. Lamentablemente no se pusieron hace  50 años atrás carteles con la frase  EL SUR CHILENO ES LIMPIO, NATURAL  Y GANADERO, pero no creo que el desarrollo forestal haya sido el factor de nuestro retroceso ganadero.  Bienvenido el desarrollo forestal y  los exitosos  programas legales que permitieron su  desarrollo; lamentablemente la misma voluntad política  jamás ha existido para la ganadería, porque de haberse aplicado un mecanismo similar al forestal, me refiero al subsidio establecido por el Decreto 701, tendríamos una ganadería nacional  de otro nivel: Los incentivos bien puestos hacen la diferencia.

11. La mayor riqueza la debe estar aportando hoy la actividad forestal, pero  la ganadería, con su producción de leche y carne,  complementado con los cultivos tradicionales, constituyen una actividad más intensiva y natural,  con participación ciudadana mucho más profunda y generadora de mucho más trabajo, dependiente e independiente,  e inserta  en la vida rural chilena. La gran familia campesina chilena vive de estas actividades productivas y no de los bosques.

12. Tenemos un buen modelo comercial en la ganadería chilena, lo que no ocurre en la actividad lechera. Si los productores de leche pudiesen vender todos los días su leche en “remates lecheros” que formen el precio diariamente, en función de la demanda y la oferta, con participación de muchos actores,   como ocurre en la ganadería,   otra relación habría entre productores proveedores  y plantas. Claramente los precios serían  más justos al  permitir el funcionamiento real  del mercado. Las  ferias de  ganado  constituyen la columna vertebral de su comercialización en el país y funcionan muy  bien, con respaldo financiero y cumplimiento estricto. En los remates los precios se determinan libremente,  en función  de la demanda y a la calidad del producto y no se diferencia  por volumen o por el nombre y tamaño del vendedor. Es un sistema justo y el INDAP debería promover  la comercialización de ganado por intermedio de este sistema, mediante alianzas estratégicas favorables para la Agricultura Familiar Campesina, porque lamentablemente, por exigencia de papeles, registros de trazabilidad y formalidades tributarias, gran parte de los campesinos se ven obligados a participar y vender en  mercados informales con un claro castigo en el precio.

13.  El mercado como asignador de recursos es el mejor modelo que existe en el mundo y se ha demostrado   miles de  veces los atributos de la economía libre,  donde el pilar fundamental es la libre competencia y el emprendimiento de la iniciativa personal. El fracaso de economías  donde centralizada e interesadamente se administra  el interés político, económico y social  de polarizada  tendencia, en favor de algunos cercanos  y en contra de los más,  también se ha demostrado miles de veces.
Ciertos sectores económicos se han concentrado en Chile de tal forma, que no permiten el funcionamiento normal de los atributos  de la libre competencia, lo que naturalmente se debe regular y controlar. Si no  funciona la libre competencia, no se expresan los atributos del mercado y eso se ve en la compra de leche de las plantas a los agricultores, donde estos últimos no pueden ejercer poder comercial alguno. Se ve también  en las muy pocas colusiones  que lamentablemente han ocurrido en nuestro país. Pero por favor, no olvidemos la  triste época de fijación de precios para todo,  en  el período de la mal llamada  Unidad Popular de Salvador Allende, donde todo volumen  fue  restrictivo y  todo precio  fue fijado y   controlado desde el Estado y todo se transformó en mercado negro, todo fue corrupción, todo fue carestía, todo fue político, injusto y abusivo; todo fue desastre, donde la iniciativa de las personas y la libertad individual desapareció  del espectro nacional.

14. El sector privado se mueve en función  de las condiciones que establece el Estado y a éste le corresponde generar las mejores realidades posibles, dentro de la justicia social y económica,  para el desarrollo de las empresas y  el progreso de las personas. Lamentablemente en  el rubro de la carne no se han perfeccionado  las condiciones que permitan la rentabilización de nuestro patrimonio sanitario nacional y la apertura de los mercados externos. Es decir, frente a muy buenas intenciones generales no se ofrecieron soluciones especiales para nuestro subsector y sentimos que siempre hemos debido  enfrentar nuestros desarrollo en condiciones desfavorables. Reconozco  que  ley de la Carne fue una herramienta muy  positiva para el desarrollo de la industria,  porque  ésta  permitió   realizar  un salto tecnológico  de importancia basado en las expectativas de las exportaciones, pero todavía mantenemos la Ley de Tipificación  Obligatoria, como único país del mundo, a pesar que no determina calidades,  lo que claramente nos  ha perjudicado mucho, especialmente en la competencia nacional contra la carne importada, donde, por falta de cumplimiento y fiscalización se producen grandes distorsiones.  Igualmente el sistema de Trazabilidad  Absoluta y Obligatoria que tiene finalmente como único objetivo  el  bien  público de la Sanidad Animal, ya que definitivamente no constituye un  factor económico favorable,  ni de valor agregado para el producto. Tampoco se ha resuelto bien el registro de la aplicación de anabólicos, ya que todavía quienes deseen formar parte de la oferta exportadora, deben cumplir con exigentes registros y manejos, cuando  debería será exactamente al revés: Quién desee percibir el beneficio del anabólico en la conversión de pasto a carne, deberían llevar rigurosos registros, para que todo el ganado restante constituya oferta exportadora.  Debe tenerse presente que los mercados externos  de mayor valor  prohíben la aplicación de anabólicos en todo el proceso de crianza y  engorda, como son : la Unión Europea, China, Rusia,  Japón.  Lograr entendimiento y  cambios en el Estado chileno, es como intentar mover una locomotora frenada con la mano.

15. Solo pedirle a los ganaderos chilenos que perseveren, que la carne es  la mejor proteína que puede consumir el ser humano para desarrollar sus propios atributos; que cada vez faltará más carne en el mundo porque las superficies agrícolas no crecen y la producción en cautiverio en la ganadería bovina solo es parcial y no absoluta, como en las demás proteínas animales: pollo, cerdos, salmón. Es necesario encontrar en Chile el valor agregado  que dan los sellos de origen y a nivel del mundo el valor agregado de producir con sistemas sustentables, de bienestar animal y amigables con la naturaleza y romper el  falso mito que el cambio climático se debe a la ganadería del mundo y establecer la verdad que la ganadería detiene el avance de  la desertificación  en el planeta. nuestra misión conjunta es crear las condiciones económicas para que el producto de la vaca sea  siempre rentable, para que siga cumpliendo su función natural  de alimentar al hombre.


Alejandro Vidal, Gerente Ganado de Tattersall
1. Lógicamente que todos sabíamos que venía una baja en la ganadería, fueron dos los factores que hicieron liquidar las vacas  a los productores. Primero un negocio menos rentable que los granos, malos precios y no se veía buenas perspectivas a mediano plazo, esto sumado a tres años seguidos de sequía.
2. La mayor liquidación fue en la Novena región, se estima que a nivel país se bajó en un 30% la masa de vacas, que son el inicio del ciclo productivo.
3. Principalmente el ganadero se fue al grano y bosques, pero también hoy en el sur se habla de avellanos, arándanos, cerezas entre otros, plantaciones que son mucho más rentables. Lo que sí, no todos pueden ir a esos rubros, se necesitan suelos, agua y grandes inversiones.
5. Es muy difícil que un lechero que se retiró vuelva. Volver es complicado, de mucha inversión en infraestructura y animales de calidad y genética. Es evidente que el negocio de la leche está pasando por un mal momento, pero va a cambiar, son ciclos.
No todos los que se van de la ganadería lechera, salen de la ganadería, hay algunos que se transforman en crianceros de ganado bovino de carne y en algunas zonas ha crecido la ganadería ovina.
7. Incentivos o subsidios  para mejorar las praderas y riego. Con esto mejoramos los índices de producción y si se complementa con buenos precios ya estamos de vuelta.
8. Cómo no va a existir, tenemos buena genética, sanidad, buenos índices de producción, hay muchos productores que hacen bien las cosas, por algo quieren nuestro ganado en China, Turquía , Perú.

9. Con un negocio malo como fue los últimos años es muy difícil entusiasmar a la gente, los subsidios estatales se han ido por otro lado, al área forestal principalmente, rubro que le ha competido directamente a la ganadería. Estoy de acuerdo en que hay que aumentar los subsidios principalmente en pradera, riego, esto conduce a una mejor producción y permite transformar un negocio mediano en bueno.

10. Una potencia suena un poco ambicioso, pero creo podemos ser actores importantes en nichos de mercado de calidad.
11. Eso es totalmente cierto, pero hay que seguir dando la batalla.

13. Tenemos buenos sistemas comerciales, están todas las alternativas sobre la mesa. Con las redes, radios  que cuenta hoy el productor toma una decisión de venta o compra muy informado.

16. Yo creo la ganadería tiene muchas posibilidades de crecer y ser un buen negocio. Se han abierto ventanas que le dan sustento a lo que digo, exportación de ganado en pie, de carne, tratados de libre comercio, calidad y sanidad de lo que producimos. Se nos vienen buenos tiempos para la ganadería de carne en Chile.

Alejandro Luco, Gerente de ABS Chile

1. Pienso que una buena mayoría sí estaba y está consciente de la situación. Pero eso no es sinónimo de actuar.
2. Han salido por cambio de giro y quiebras. Depende de la zona, ZC (Los Ángeles al norte) alrededor del 50% de los ganaderos y un poco menos en las vacas. La Zona sur (ZS) 25% a 35% de los ganaderos y un poco menos en las vacas. Lo que ha sucedido acá, ha pasado en todo el mundo, menos lecherías pero con más vacas cada plantel.
3. En general producciones agrícolas más rentables.
4. Va a depender de la rentabilidad del negocio, consumo interno, gestión empresarial, modelo de integración, etc. Pero también podría seguir descendiendo.
5. No lo sé. Lo que sí sé, es la gran dificultad que tiene desarrollar ámbitos productivos de regular rentabilidad (precios) y regular gestión. Con mucho respeto a lo anterior, pero una carga animal promedio 0,6/há (Fuente: elaborado por Odepa. / Source: prepared by ODEPA 2014), habla de una gestión deficiente, es una señal de que todavía hay mucho que estudiar, desarrollar, aprender, difundir en lo que a producción ganadera se refiere.
7. Comenzó en la década del 70, con otro país y otro modelo económico en un sector donde obviamente Chile tiene ventajas comparativas y provoca un impacto en el PIB sectorial y del país.

12. Pecuario 21% (incluido todos los animales), silvícola 19% según ODEPA – Bco. Central 2014. Si vas al adjunto podrás ver el PIB/persona por sector productivo, cambia en algo.

13. Exportación de qué?, vientres vivos, productos, subproductos, etc. etc. Disculpa que lo ponga tan categórico, pero para competir en el mercado mundial de la leche hay que tener bajos costos (gestión)  y calidad, el resto lo fija el mercado.
15. Se va a demorar muchos años en llegar a los mismos niveles de los cerdos y pollos, más aún si el modelo de producción es pastoreo (costo de producción).
16. El contra argumento es la calidad y sanidad de lo que importamos. En la carne de bovino hay ejemplos claros de que el Estado no está ejerciendo su función en términos de la calidad y sanidad de la carne que llega a Chile.

Yo creo en una economía social de mercado con un Estado capaz de invertir con excelencia en aquellos que no han tenido oportunidades y en sectores de impacto, me refiero a educación de calidad (especialmente en los niveles pre básicos y básicos), vivienda digna, salud y tercera edad digna, dentro de otros.
No creo en un Estado grande y que fije políticas productivas, sí que fomente y promueva, pero los que tienen que desarrollarla son los privados. No creo en los subsidios directos al sector productivo, sí en algunos indirectos como podría ser riego en el sector agrícola.

Eduardo Meersohn, médico veterinario y político

1. Los datos oficiales sobre el particular muestran caídas respecto al último censo 2007 (3,7 millones de cabezas), del  orden de 26%. Es decir, estamos hablando de una disminución de la masa bovina de 1 millón de cabezas. Disminuciones superiores al 30% se observan en regiones como la Araucanía, Metropolitana y Valparaíso. Sin embargo, en las regiones de Los Ríos y Los Lagos la caída del inventario de ganado bovino fue de un 17,8% y 9,9% respectivamente.
Sin duda alguna los productores tenían la sensación de la caída de los inventarios de ganado, lo estaban viviendo en carne propia, especialmente en estos dos últimos años, producto de la crisis del sector lácteo que obligaba a vender ganado para hacer caja, y por otro lado la existencia de nuevas oportunidades comerciales,  como la venta de vaquillas a China y terneros a Turquía, entre otras.
2. En la primera mitad de la década del 2000 los datos hablaban de aproximadamente 12 mil productores lecheros, de los cuales hoy, después de un proceso de ajuste por las bajas rentabilidades y migración a nuevas oportunidades agrícolas, las cifras se han reducido a algo más de 6 mil lecheros.
Diferentes líderes gremiales hablan de cifras cercanas a las 100 lecherías, especialmente producto de la crisis lechera de los años 2015 y 2016. Sin embargo, creo que a nivel de pequeños productores lecheros las cifras son más significativas. Lo pude palpar personalmente al recorrer cientos de productores de la Comuna de Los Muermos y esta realidad se puede extrapolar a otras comunas lecheras.
La salida del negocio agrícola es mucho más compleja y es un proceso que está en crecimiento. La venta o arriendo de los productores históricos, especialmente de los pequeños, es un proceso irreversible si seguimos por la misma senda, en cuanto a políticas públicas y comerciales. Estamos frente a un negocio muy poco rentable desde el punto de vista operativo, con cifras rojas, para muchos, en los últimos años. A eso se suma una gran plusvalía de la tierra lo que hace muy atractivo vender; el envejecimiento de sus propietarios (más de un tercio tiene 70 o más años), lo que hace difícil sustentar las actividades agrícolas que requieren de importante esfuerzo físico;  un muy bajo interés de las siguientes generaciones por quedarse en al campo. Por lo tanto, estamos siendo espectadores de una profunda migración del campo a la ciudad; de un  negocio que cada día es más competitivo, que  requiere más tecnología,  más mecanización, mayores niveles técnico-profesionales y mayores economías de escala; entre otras razones relevantes,  como la necesidad de mejorar la habitabilidad del sector rural (acceso a viviendas, caminos, movilización, agua potable, electrificación, internet, salud, educación, etc.)
3. En general, lo que he percibido respecto a los cambios de uso del suelo ganadero producto de la disminución de la carga animal, para algunos, y la venta o  arriendo para otros, es que estos suelos han sido destinados a la siembra de granos para alimentación del ganado directamente con materias primas y venta de excedentes; a la siembras de papas; y, algunas hectáreas, todavía no relevantes, a frutales. Los productores que decidieron disminuir su dotación animal, sobre todo en los dos últimos años, lo hicieron con el objeto de enfrentar la sequía, hacer caja para enfrentar la crisis y disminuir los costos directos como estrategia para sustentar su actividad.
4. Hablar de una quiebra en el sector agrícola es bastante excepcional, pero se entiende perfectamente que un agricultor termine vendiendo o arrendando sus activos por un problema de liquidez. Más del 70% de los activos de un agricultor corresponden a la tierra. En consecuencia, si bien puede tener importantes deudas, es muy poco frecuente que tenga comprometido su activo tierra. Por lo tanto, siempre debería estar en condiciones económicas de emprender otra actividad comercial.
5. En el caso de los productores lecheros tradicionales, efectivamente resulta muy difícil volver a la actividad, luego de vender su plantel lechero, normalmente generado a lo largo de décadas. Es una inversión difícil de materializar y lograrlo resulta de muy alto costo. Sin embargo, no es extraño encontrarse con empresarios que vienen de otros sectores económicos, comprando vacas o vaquillas para instalar una lechería  o aumentar el tamaño de su emprendimiento.
7. El sur de Chile especialmente es de cultura ganadera, producto de las escasas alternativas productivas. Sin embargo, en la medida que el cambio climático se vaya  materializando, lenta pero progresivamente,  las regiones del sur, en las siguientes tres a cuatro décadas,  se irán transformando en el corazón frutícola nacional.
Por otro lado, la gran cantidad de superficie disponible y con capacidad de incrementar su capacidad productiva, permitirán paralelamente seguir con mucha fuerza  desarrollando la ganadería y superando la actual masa ganadera. Hay muchas iniciativas para implementar en Chile un gran Plan Ganadero, con incentivos a la retención de vientres y al uso de semen sexado, entre otras medidas, algo así como un símil al DL 701 en su faceta de fomento a la actividad, lo que permitiría un crecimiento sustantivo de la masa ganadera. Lo interesante será lograr que sean, a diferencia del mentado DL 701, medidas que fomenten un crecimiento sustentable y de respeto al medio ambiente y el entorno. Sumado a todo lo anterior, es evidente que se requieren condiciones de mercado más armónicas y competitivas que las existentes actualmente.
9. Las visiones dogmáticas del libre mercado, relegan la oferta y demanda sólo al sector privado, inhibiendo la intervención de los organismos estatales. La falta de regulaciones para promover un mercado competitivo, la gestión del Estado con una mirada de corto plazo, han ido mermando nuestra capacidad de sorprendernos y de mantener una visión de largo plazo. Es decir, el Chile del futuro requiere liderazgo y generación de políticas de Estado y estrategias de país, más allá del gobierno de turno. De lo contrario, seremos simples espectadores de las oportunidades y desafíos que pasan frente a nuestros ojos.
10. No es un sueño ser potencia ganadera, los datos duros de la realidad lo avalan.  Chile posee una superficie de praderas semejante a Uruguay y Nueva Zelanda, sin embargo, solo tenemos una cifra cercana  al 30% de su masa ganadera. Lo anterior habla claramente de las potencialidades de nuestro país.
11. Sin referirme a la gran tragedia sufrida por los incendios en estos primeros días del año 2017, porque daría para una entrevista exclusiva sobre ese tema, debemos entender que el desarrollo forestal de las últimas décadas, con la contribución de fondos estatales importantísimos a través de la aplicación del DL 701, ha sido de magnitudes, concentrado prácticamente en dos grupos económicos, y que logró transformarse en uno de los sectores exportadores más importantes del país, después de la minería. En general me atrevería a señalar que su expansión fue utilizando principalmente los suelos más marginales, desde el punto de vista agrícola, y en consecuencia de menor potencial ganadero. Por otro lado, debemos estar disponibles a las dinámicas de los mercados,  ser flexibles con las oportunidades y los distintos rubros deben estar en constante competencia. Así como el sector forestal se constituyó en un competidor del sector ganadero, en el futuro tendremos nuevos competidores, como la fruticultura.
Sin embargo, el sector lechero, a pesar de, o gracias a, la competencia, hoy produce más leche que en  las décadas pasadas, lo que le permitió, hasta antes de la crisis lechera,  ser autosuficiente y exportador neto por 11 años consecutivos. Esto refleja la potencialidad lechera y, por lo tanto,  de ninguna manera podemos afirmar que ha sido derrotada.
14. Lo importante es que la riqueza de nuestra privilegiada naturaleza permite que convivan ambas actividades y que a partir del recurso suelo, ya sea  aquellos de aptitud preferentemente forestal o ganadera, se ha hecho un significativo aporte  al desarrollo económico, social y cultural de nuestro país. No obstante, el valor del suelo ganadero, respecto al de aptitud forestal, es 3 a 5 veces más alto y la superficie total de praderas respecto a la superficie plantada  es aproximadamente 4 veces mayor. Además, el sector lácteo genera muchísimo más valor agregado a su materia prima.
16. En Chile  existe una economía de mercado que ha sido exitosa en su estrategia de abrir su economía al mundo (acuerdos comerciales con más del 80% del PIB mundial y más del 60% de la población mundial). Particularmente, según la OCDE, la agricultura chilena es una de las más abiertas del mundo (ocupando el año 2010 el lugar 16 de los países más exportadores de alimentos del mundo). Esto nos lleva a concluir que ha sido una estrategia exitosa para promover el crecimiento económico nacional, sobre todo si consideramos lo pequeña que es nuestra economía.
Paralelamente,  junto con el crecimiento, se produjo  una gran concentración económica, hasta el punto que el 1% de los chilenos concentra más del 30% del PIB, generando profundas desigualdades,  que posicionan a Chile entre los países más desiguales del planeta.
No obstante lo anterior, las economías de escala, a través de sistemas de cooperación o bien de concentración en grandes compañías, como ha sucedido en el caso chileno, son una necesidad, para un mercado tan pequeño como el nuestro,   para poder ser competitivos globalmente.
Este fenómeno de concentración, cuando no se cuenta con regulaciones modernas y acordes con los tiempos, va generando profundas imperfecciones en los mercados, como ya lo hemos observado en un sinnúmero de casos. En consecuencia, estas brutales asimetrías de poder de negociación deben ser resueltas por el Estado, el que debe velar por el bien general de la sociedad chilena. Y debe hacerlo, entre otras medidas, a través de la promoción de regulaciones que, por un lado, fomenten  la competitividad de nuestras empresas, tanto a nivel  interno como internacional, y por otro lado generen condiciones justas para los millones de consumidores y proveedores de nuestro país.
Lo anterior implica la obligación de nuestro país de estar atento a enfrentar de manera excepcional y oportuna sectores o productos que deben protegerse por tener importancia estratégica o, de la misma manera, protegerlos de la competencia desleal tanto interna como externa. En esta responsabilidad de Estado estamos en deuda, lo que obliga a insistir en la necesidad de fortalecer los organismos que protejan el libre mercado como lo son, especialmente, la Fiscalía Nacional Económica (FNE), la Comisión Nacional Encargada de Investigar la Existencia de Distorsiones en el Precio de las Mercaderías Importadas y el Tribunal de Defensa de la Libre Competencia (TDLC).

Francisco Lanuza, médico veterinario. Buaitría

1. Hay conciencia de tener una masa menor desde hace un tiempo ya que agregado a las sequías que conllevan a una baja de carga para regular el balance de oferta/demanda de nutrientes, se agregan las exportaciones a China, Turquía, y ahora a Colombia

2. Nada concreto. Percepciones sí, de que la tasa de salida del negocio está acrecentada respecto a las décadas anteriores. Baja el número de ganaderos, pero aumentan aquellos con rebaños más numerosos y se «industrializa” más la actividad (economías de escala).

3. Las lecherías regularmente no liberan suelo para otros cultivos. En general son absorbidas por lecheros más grandes que redistribuyen sus sistemas en varios campos, administrando mayores superficies. Sí existe un porcentaje de tierras derivadas a frutales menores (arándanos) o mayores (avellano europeo) y algo a forestal y en menor medida viñas y cultivos de cereales. También vemos que muchas tierras se entregan en arriendo a agricultores cerealeros con muchas hectáreas.

4. Puede que sí, sobretodo aquel que sucumbió financieramente y que tuvo que vender y re-invertir en algún campo menor su salida, en parte se debe a no haber podido sostenerse en el ambiente competitivo de la producción primaria, no acceder a herramientas de tecnología, ni tener adecuadas capacitaciones ni el tiempo para mejorar sus capacidades de gestión predial frente a las exigencias del mercado de la leche fresca.
De existir sistemas cooperativos y principalmente apoyos fuertes de extensión agrícola a gran cantidad de medianos y pequeños lecheros, podrían enfrentar mejor el escenario adverso.

6. El cambio climático es evidente en el sur y en todo el planeta.
La plusvalía de la tierra crece y seguirá creciendo, pues existe poca tierra cultivable. Además de destinarla a cultivos más rentables como los frutales, se venden «por metro» para tener parcelas de agrado cercana a las ciudades con buena conectividad. Empresarios de otros rubros y de otras zonas del país como del extranjero, compran tierras y emprenden nuevos negocios. Y los que estaban,van quedando en el camino,generando migración a las ciudades.
7. Las condiciones ventajosas del país en términos de ausencia de enfermedades y calidad de productos, junto a la gran cantidad de relaciones comerciales podrían dar seguridad al Estado de hacer un plan de fomento ganadero con incentivos de mediano-largo plazo que estimulara la retención de masa y el consiguiente crecimiento de la misma manejada con una reproducción y alimentación eficiente, permitiendo cubrir los pedidos de ultramar y el crecimiento interno en los rebaños.

8. La mayor población de nuestro país no es ganadera. Desde la colonia, Chile fue abastecido de carnes desde Perú y Argentina, y el desarrollo ganadero nacional fue posible a partir de planes de fomento llevados a cabo por el Estado, creando  plantas lecheras, frigoríficos, importación de animales.
Sin embargo, el manejo inadecuado de esos recursos y la persistente política de dejar actuar al mercado para que los privados desarrollen las actividades económicas (dentro de mercados poco regulados debidamente) han conducido a descapitalizarse de esa infraestructura generada en los 50, 60, para ser entregadas a terceros quienes se beneficiaron a muy bajo costo, concentrándose los poderes industriales y atomizándose aquellos que hacían la producción primaria (leche y carne).
Salvo el ejemplo de Colun, en donde se verticalizó la cadena de producción, las restantes cooperativas se «fundieron». Colún participó con el 12 – 14 % de la recepción hace 20-30 años y ahora lo lidera con cerca del 28%.
Con 2 a 3 cooperativas como esa podríamos acercarnos a los sistemas lecheros de países como Irlanda, Nueva Zelandia y Uruguay, pudiendo sobrellevar de mejor forma estas crisis mundiales del mercado de los lácteos (en que solo 7 a 8% de la producción se comercia entre países y bloques) y que dominan 3 a 4 países y la Unión Europea.

9.  Que cifras?, esas son las menos que tenemos. Muchas estimaciones son las que abundan. El sistema de censos agropecuarios son muy distantes, cada diez años con suerte y a veces no se hace o se posterga.
Para poder entender y explicar los desarrollos de la ganadería de leche y carne, es imperioso mejorar las estadísticas y la oportunidad de ellas. Los mercados son muy «ágiles» y cuando los procesos ganaderos contemplan tiempos de mediano plazo por su biología, se requieren observar más periódicamente los movimientos de las cifras.
En esto, se ha dicho en varias ocasiones que el sistema uruguayo, es muy bueno, pues se obliga a todo el que tenga animales, a entregar una declaración jurada con sus existencias cada año, además de las estadísticas de los censos y encuestas específicas.
10. Desde hace mucho tiempo el suscrito ha venido señalando que nuestro afán debe ser competir por calidad y no cantidad, porque el país es pequeño y los recursos de tierra limitados al compararnos con nuestros vecinos de América.
Para empezar tenemos desde el año 1981 la mejor política pública en la ganadería, libre de fiebre aftosa, con este handicap, se podría haber seguido en esa senda, más los tratados comerciales, etc., planes de fomento para tener una base sólida de exportación de lácteos y de animales. Sin embargo, falta una visión de largo plazo que atraviese los intereses corto placista de las administraciones del país.

11. Eso fue un buen ejemplo de política pública para el desarrollo forestal. Sin embargo, el sesgo se dio para que no abarcara a toda la población de agricultores y favoreció a aquellos que tenían poder económico para compra de tierras y de las industrias procesadoras, con la consiguiente concentración del poder y control de la actividad
No es cosa de ganar o perder, va más allá de esa comparación, la visión del largo plazo de una cadena productiva es la que define un plan estratégico-país y eso mantenido en el tiempo da sus frutos.
Faltan regulaciones para el destino del suelo según su capacidad de uso, el Estado debe velar por ello. No porque se es propietario se puede alterar el uso del suelo y en suelos clase ii a iii-iv, se hacen forestaciones, hipotecando el futuro agrícola del bien.
En el caso de la ganadería, entre otros factores ya dichos, habría que tener un plan de mejoramiento animal de leche y carne a nivel nacional, con incentivos y subvenciones a pequeños y medianos productores para abarcar la mayor población posible de animales, centralizando los datos, y evaluando el efecto de la incorporación de semen del extranjero y nacionales para  así racionalizar de la mejor forma el factor genético en el sistema lechero, que lo hace ser estructural, junto a lo que es el suelo, forrajes, clima….

12. No estoy al tanto de detalles, pero a simple vista es la lechería. Si bien, dada la escasez de mano de obra capacitada, ahora se  está pensando de los migrantes (como ocurre en USA, con los mexicanos) y en la robótica, para enfrentar la situación.
El bosque concentra más riqueza y aparentemente la lechería reparte más, claro que depende de la dimensión del capital asociado a quien es el dueño. Grandes lecherías industriales como ancali cuyo dueño es una familia vs. los operacios de esa lechería. En este caso, se asemeja mucho a los bosques, cuyos dueños son grandes empresas en manos de familias. Depende también que tanto abarca en la cadena productiva, es decir, leche y procesamiento. Lo mismo, bosque y procesamiento.

13. Sí.   En el caso de los lecheros habían como 50 mil y dicen que no quedan más de 5 mil.
16. Esos productos se elaboran en otros países, explotando a los niños y jóvenes hundiéndolos en un sub-desarrollo y generando grandes desigualdades de poder y oportunidades.
Producir leche en forma eficiente y hacer lo mismo con carne y la elaboración de productos alimenticios es posible en Chile. Incorporarle valor agregado se puede hacer y tenemos condiciones, pero dado que no todos tuvieron las mismas opciones y habilidades para hacerlo competitivo, el rol subsidiario del Estado debe «nivelar la cancha» para que el desarrollo llegue a una gran mayoría de productores. Los sistemas llevados a cabo han surtido un efecto contrario, la mayoría de los productores han salido del sistema porque no pudieron soportar las exigencias que el sistema globalizado impuso. Y este tema no se enfrentó debidamente en un plan de desarrollo-país de largo plazo con los distintos actores de la cadena y el Estado.

Miguel Díaz Gacitúa. Médico Veterinario. Conaf

Miguel Díaz G. Médico Veterinario.MSc.

1. No, creo que el espejismo de los negocios bovinos de nicho no dejó ver el descenso. A su vez el abandono gubernamental de los temas país lo torna ausente. La política agraria actual está solo dirigida a los exportadores con grandes capitales.
2. En general lo que percibo en los últimos 20 años es la concentración de la masa y producción en pocos ganaderos altamente tecnificados y capitalizados. Así ha pasado en los últimos 50 años en otros países capitalistas adelantados. El resto, falsamente no competitivos han salido del rubro y negocio.
3. Han llegado empresarios nuevos con nuevos rubros, pero lo más importante es el cambio de uso de suelo, que van desde rubros tradicionales del sur y nuevos como cerezas en Futrono, por ejemplo.
5. Sí, si continúa sin respaldo de la política pública, independientemente cual sea el comportamiento de precios y stocks de leche internacionales, sí será irreversible. La instalación del ciclo productivo ganadero es largo. Las transnacionales de la leche que operan en Chile solo mantienen en la sobrevivencia a los proveedores. El margen que les dejan es tan pequeño que no les permite acumular capital, crecer y desarrollarse.
6. Yo creo que el cambio climático va a incrementar el desecamiento del sur, se va a mediterranizar durante los próximos 100 años, a menos que se embalse agua y se riegue la pradera su ganadería extensiva dejará de ser rentable. Por su parte, la ganadería intensiva, de no haber protección tampoco será viable, porque es cara.
Estimo que se van a fortalecer las tendencias a frutas, ganadería de nicho, de productores altamente capitalizados, más turismo para altos ingresos. El sector forestal de plantaciones va a declinar fuertemente.
En todo caso, creo que nada de lo actual va a cambiar significativamente en términos políticos y su ideología del progreso, sean de centro, izquierda o derecha.
7. Depende de lo que quiera hacer el país. Si solo quiere comer carne barata no tiene que hacer nada. La carne paraguaya y la leche de Nueva Zelandia es barata. Sin embargo, si quiere un país sustentable, con desarrollo territorial, escalamiento de empresas, con más y nuevas empresas, productos de alta calidad biológica, entonces requiere otras políticas. En ese escenario: No debería el país andar vendiendo la mejor genética, porque ese es el tesoro que ha acumulado el país como patrimonio durante muchas generaciones.
9. Si la balanza comercial «ganadera» de corto plazo está bien, a este tipo de gobierno no le importa, porque duran solo 4 años. Eso es lo que ha pasado.
10. Creo que es una tontera, dado los pocos recursos que tenemos para lograrlo versus Argentina, Uruguay, Brasil, entre otros. A lo que se puede aspirar es a una mejor producción, de calidad y para algunos nichos específicos que pueden pagar.
11. De todas maneras. Es lo que se puede ver, por ahora.
12. Sin duda la lechería distribuye más. Está más repartido el número de empresas, el empleo, el encadenamiento productivo, etc.
15. Evidentemente, en todo caso Chile es un tomador de precios y no un rector. Es decir, no controla mercados, no es importante. Lo es solo en algunos mercados spot. Celulósicamente es chiquito, frutalmente igual, en vinos algo, en carne nada, en cerdos importante para China.
16. Depende del tipo de desarrollo que se quiere para un país. Si quiere desarrollo territorial, desarrollo endógeno, con equidad social y territorial, hay que hacer algo muy distinto a lo que hoy se hace, definitvamente.
Rodrigo Durán Concha, Médico Veterinario. Osorno.
El profesional prefirió dar uan opinón más libre sobre el cuestionario y escribió:
A pesar que estoy en el rubro lácteo desde que salí de la universidad, año 1968, los últimos 5 años estoy algo retirado. Sin embargo, te puedo opinar algunas cosas que después de 45 años he aprendido:

En primer lugar, el problema principal bajo mi punto de vista, es que aquellos productores que les va mal o que cierran sus lecherías por deudas, es que no saben manejar la economía de su negocio, ya que gastan más de lo que ganan. Es frecuente ver que cuando tienen excedentes no los conservan, no los destinan para cuando están con baja producción, prefieren comprar camionetas nuevas y creen que ahorran por recuperar el IVA.

Muchos productores no son eficientes, pocos son los que invierten para ser más efectivos en el futuro, todo el resto, no piensa en que la eficiencia es parte de sus resultados.
Respecto del precio de la leche,  es fácil echarle la culpa al precio de la leche, pero nadie piensa que Chile es un país muy pequeño que dependemos absolutamente del precio internacional, y éste se fija por los grandes consumidores como China, Rusia, etc.
Si bien es cierto que las plantas reaccionan inmediatamente cuando el precio internacional baja, bajando inmediatamente el precio al productor, pero cuando éste sube se demoran en reaccionar hacia el alza, sin embargo, esto es normal en cualquier negocio, y es lamentable que los productores no puedan influir en esa decisión, por lo tanto, dar esa pelea es perder el tiempo.

Por otro lado, estos últimos años el clima no ha sido muy positivo para la leche, ya que la sequía sí que afectó profundamente la pradera. Sin embargo, este año, el pasto sobra, ya que la lluvia de verano ha sido muy buena y además internacionalmente el precio de la leche está subiendo.

Es interesante ver también que los productores están asociándose con el fin de entregar más volumen y con eso conseguir un mejor precio por litro por el volumen que entregan. Pero hay que advertir, que esto es un riesgo para las plantas, por tanto, no me llamaría la atención que a productores que entregan grandes volúmenes, les paguen más que a grupos de productores. Esto tiene su lógica, porque si se le va un grupo asociado pierden un volumen significativo de leche y querrán evitar ese riesgo.
Lo otro que se está comentando hace rato, es que la asociación de productores construya una planta lechera con última tecnología, mi modesta opinión es “zapatero a tus zapatos”, ya que construir una planta, colocar líneas de producción y desarrollar la más alta tecnología no es ningún problema ni misterio, diría aún más, ni siquiera es complicado, ya que con la tecnología actual ese desarrollo lo puede hacer cualquier ingeniero con experiencia en dicha área. El punto importante y de fondo es que tendrán su propia leche, producirán su propio queso o leche en polvo o UHT u otro producto lácteo, pero el desafío mayor, es la distribución y la venta de los productos, ya que entrarán en un mercado muy competitivo y deberán bajar los precios de venta y esperar que les paguen dentro de plazos normales. Sin embargo,  existe el riesgo que le paguen a 180 días, o a veces que no les paguen. En resumen el problema sería la comercialización del o los productos lácteos.
Desde mi visión, estimo que los productores deben automatizarse al máximo por una parte, invertir en asesorías reales, prácticas y confiables. La mano de obra será en el corto plazo un serio problema y de mucho riesgo.
Finalmente, la disminución de la masa ganadera es un tema de hace muchos años, la explicación es compleja ya que cuando el precio de la leche sube, aumenta la retención de vaquillas y si baja se eliminan lecherías, por tanto, esto deja ver que la lechería no es un negocio estable en el tiempo, que permita con tranquilidad y seguridad que el inversionista pueda pensar en inversiones a largo plazo, puede pasar mucho tiempo para recuperar la inversión, incluso a veces no se recupera nunca, dependiendo del ciclo en el cual se desarrolle el negocio.

En resumen, en todos los años lecheros que me ha tocado vivir, el fondo no ha cambiado en nada, sí que se ha mejorado tecnológicamente, tenemos mejores tipo de animales, la calidad de la leche ha sido cada vez mejor y eso si que se ha desarrollado muy eficientemente, sin embargo, si cualquiera le pregunta a un productor si volvería a instalar una lechería, estoy seguro que nadie contestaría positivamente, esto porque la historia ha demostrado que una lechería:
– NO ES UN BUEN NEGOCIO
– LAS EXPECTATIVAS A LARGO PLAZO NO SON SEGURAS
– LA INVERSION ES MUY ALTA
– LA RENTABILIDAD ES BAJA
– EL ESFUERZO ES ENORME

Ricardo Ríos Pohl, Chilterra

1. Yo creo que sí, pero la estructura de bonos de los ejecutivos de las empresas les impide o les dificulta una visión a largo plazo.
2. No tengo números, pero mi sensación es que la baja es mayor a lo publicado. Cuando llega un corredor de ganado a nuestro predio la actitud ya no es de abundancia, sino de desolación.
4. Pocos, pero sí en la ruina.
5.  El que se va no vuelve y la agonía de los últimos 9 años ha generado una mala imagen de ser lechero. Además por ser una actividad dañada estructuralmente los bancos no financian este rubro. Salvo proyectos que no vivan de la leche.
7. Para recuperar esto hay que devolver la rentabilidad a la agricultura .
9. El individualismo y la falta de crítica grupal no está pasando la cuenta en esto y otras actividades del país.
11. Mientras no tengamos líderes potentes esto no cambiará, líderes que motiven a las comunidades a tomar el control de sus comunidades y vidas. Todos están esperan un milagro.
16. El libre mercado funciona, pero no en ambientes tan inmaduros como este y con actitudes empresariales que no tienen ética y preocupación por el futuro de la siguientes generaciones. El libre mercado requiere reglas duras, y el que las rompe debe pagar caro, y no con sanciones absurdas que no representen un castigo ejemplificador.
Ricardo Ehrenfeld, médico veterianrio. Osorno
1. Creo que sí, pero también se consideraba como normal.
4. De hecho creo que está pasando en Chile, es lo que ha pasado en todas partes del mundo, donde la leche va quedando cada vez en menos manos. Lamentablemente en nuestra patria va quedando en manos de inversionistas, ya que a la mayoría de los productores tradicionales se les hace difícil crecer desde el negocio.
5. Creo que puede ser cierto, pero el cambio climático es un proceso de centenas de años. Lo que está pasando son ciclos dentro del proceso, por lo que no me veo produciendo papayas muy pronto.
6. Mejores condiciones de comercialización y menores trabas legales, de reglamentación y laborales.  Planes de gobierno, no gracias. Eso es puro gastadero de plata de los contribuyentes.
7. Eso es un hecho. En Chile NO existe cultura ganadera. Somos mineros y “fierreros”. En cuántas reuniones ves ganaderos hablando de sus vacas?  Y a cuántos ves hablando sobre el último modelo de tractor?
8. En Chile la agricultura es, erróneamente, considerada un reflejo de los millonarios terratenientes y antiguos patrones de hacienda por parte de la plebe gobernante, por lo que es normal que nadie se inquiete, ya que no somos socialmente bien vistos por la gran mayoría de los citadinos.
9. No. Necesitamos más participantes en el juego con poder de comercialización y lograr reducir, mediante la unión, a los proveedores de productos ganaderos, es decir nosotros.
10. Podría tener asidero, pero para eso hay que tomarlo en serio y no un slogan para las elecciones presidenciales.
11. ¿Cuántos son los forestales? ¿Contesta eso la pregunta?
13. Creo en el libre mercado y el capitalismo, y no me gustaría caer en manos de su archirrival, el socialismo.  Sin embargo, estimo que se necesita una regulación del libre mercado y para eso necesitamos legisladores que piensen a largo plazo y no solo a 4 años. Difícil.   Sí, creo que 4 años son muy poco para un presidente, 6 sería mejor, así, si lo hace bien se nota y si la embarra, también se nota.
14. Creo que mientras no aumentemos el orgullo de los connacionales con lo “CHILENO” estamos fritos.  Esa es la gran diferencia entre nosotros y otros países en situaciones de crecimiento similares a los nuestros, pero con una agricultura y ganadería más sustentable. Ah, y la cultura de supermercados tampoco ayuda mucho.

Rolando Chateuneuf. Ingeniero Agrónomo.

La experiencia en la agricultura nacional que ha tenido este notable profesional, lo constituye en una reserva verdadera de la historia de nuestra agricultura. No ha sido fácil resumir las 14 páginas, que nos ha enviado y que en ediciones posteriores las mostraremos.

Plausible es la iniciativa de DLeche en consultar y buscar a través de las respuestas a ese cuestionario una verdad. Muy importante es que el país llegue a tener un buen diagnóstico de su realidad lechera, de los principales problemas que enfrenta y sus causas, como también sus proyecciones. Esa debiera ser una obligación del Estado, especialmente del Ministerio de Agricultura.

Pienso que DLeche está contribuyendo a conocer esa realidad, a partir de un hecho en cierto modo marginal, que es la reducción de la masa ganadera.
A mi juicio ha sido interesante la venta de vientres, de vaquillas a los mercados externos. Ello significa que tenemos ganado de calidad. Estamos desarrollando una actividad productiva positiva, ya que ese flujo de generación de vientres bien podría ir en el futuro a la creación de nuevas lecherías en Chile como también mejorar el ganado de lecherías existentes.

En el pasado estuve bastante ligado a las políticas ganaderas cuando trabajé primero en el Departamento de Economía Agraria, en la sección Comercialización y Precios, del Ministerio de Agricultura, cuyo director era el brillante ingeniero agrónomo Virgilio Mannarelli, quien posteriormente llegara a ser Director Nacional de Agricultura en el Gobierno de Jorge Alessandri. En esa época el Ministerio de Agricultura se preocupaba mucho de las políticas agrícolas; dos símbolos eran gravitantes para el Minagri: el precio del trigo y el de la leche.

Existía la unidad del Ministerio de Agricultura dedicada al Fomento Lechero, que era responsable de establecer un gravamen a la mantequilla importada para que no llegase al país a bajos costos y perjudicase el precio interno de ese producto, como también indirectamente el precio de la leche.
Ese gravamen se llamaba “prestación”; no era un ingreso para las arcas fiscales, sino que constituía una entrada propia para ayudar a financiar el Fomento Lechero.

Varios profesionales de esta unidad salieron becados al extranjero e importantes expertos vinieron por FAO a apoyar a Chile en actividades agropecuarias, y dentro de ellas en materias relacionadas con políticas de comercialización y precios. Cabe recordar especialmente a Roger F. Burdette quien participó en la creación de la cátedra de comercialización y precios en la carrera de ingeniería agronómica de la Universidad de Chile. Yo fui uno de los alumnos de esa primera generación de egresados.
Chile tuvo especiales políticas para favorecer tanto el consumo de leche como el de su producción. Fue así como estimuló la venida a Chile de Nestlé (CHIPRODAL) para producir la leche condensada. La CORFO ayudó a ello, incluso inicialmente fue accionista de CHIPRODAL. Así se estableció la planta de Los Ángeles.
También eran años de una muy alta mortalidad infantil, 2 de cada 10 por niños moría en su primer año de vida, especialmente por desnutrición asociada a diarreas y se concentraba en los meses de verano.
Había escasez de agua potable y muy mala calidad de la vivienda para amplios sectores de la población. La leche condensada tenía la ventaja que por su alto contenido de azúcar podía conservarse bien incluso en los tarros abiertos. Sin duda que tenía el defecto de su bajo aporte de proteínas. En el tarro de leche venía la fórmula para preparar las mamaderas impresa en su etiqueta.
La planta de leche condensada se estableció en Los Ángeles. Ello permitió mejorar el precio de la leche para los esforzados productores de esa zona.
Quiero destacar la visión de estadista del médico Jorge Mardones Restat, con respecto al consumo y a la producción de leche en polvo en Chile.
Cuando Jorge recibió el ofrecimiento de UNICEF de donación de leche en polvo, producto que era fundamental para la alimentación materno infantil, condicionó la incorporación de este alimento donado, a que Naciones Unidas ayudara al país a producir más adelante esta leche en Chile.
A raíz de eso, el país recibió la donación de dos plantas que fueron entregadas a organizaciones cooperativas.
Jorge Mardones no buscaba sólo soluciones para lo inmediato, sino también que éstas, con sólida base, produjeran para el futuro efectos sostenibles.
Teníamos la convicción que era importante que nuestro país generara gran parte del alimento que su población necesitaba. Por eso fue importante el fomento del consumo de la leche en polvo, ya que nuestro país tenía y tiene condiciones extraordinarias para la producción láctea en el sur; la leche en polvo permitía su traslado en el espacio y en el tiempo a menor costo, ya que diez litros de leche generan un kilo de leche en polvo y además la leche en polvo no es perecible, cualidad importante para el Chile del 60, donde pocos hogares contaban con refrigeradores como para conservar leche fresca.
Fue importante la demanda de leche del Servicio Nacional de Salud como estímulo a la producción láctea en Chile; desgraciadamente mucho de eso posteriormente se debilitó y se prefirió adquirir leche de excedentes agrícolas del Hemisferio Norte.
Interesante fue la discusión con ese gran médico dedicado a la nutrición, Julio Santa María Santa Cruz, muy contrario a la leche condensada como alimento para el lactante, por su bajo contenido de proteína y el exceso de azúcar. Él era contario a darle reajuste al precio de la leche condensada, posiblemente para desalentar su producción y por ahí reducir su consumo.
En el primer año del Gobierno de Frei Montalva, se formó una comisión para analizar los precios que se fijaban para distintos productos, principalmente eran los alimentos. Había tres representantes, uno del ministerio de Economía, otro del ministerio de Salud quien era el doctor Julio Santa María y otro por Agricultura, que era yo.
Mucha discusión se tuvo en torno a la leche condensada. El doctor Santa María era contrario a su reajuste, yo era desde luego partidario. Era sin duda necesario que se siguiera produciendo; había un importante mercado consumidor de adultos, especialmente en el norte del país y era positivo que se siguiera produciendo a adecuados precios para los productores de la región de Los Ángeles. Se llegó a una sana decisión; se cambiaría la etiqueta evitando promocionarla para mamaderas y transformarla en producto para otras finalidades alimenticias, como la elaboración de postres.
En otra instancia, se designó de Director de Desarrollo Ganadero al destacado ingeniero agrónomo Mario Habit Constenla quien había hecho una fructífera labor en el establecimiento de empastadas artificiales en Magallanes.
Un tema permanente de preocupación de este gran plan de desarrollo fue el de los precios.
Se dio apoyo financiero al desarrollo de las plantas lecheras, especialmente a pertenecientes a cooperativas y empresa capitalistas nacionales como fueron Dos Álamos y Lechera del Sur.
Se hizo un amplio estudio sobre las necesidades de capacidad de recepción de plantas y en las zonas donde no había interés privado, se construyeron plantas para ser operadas por CORFO. Cabe señalar que éstas fueron en zonas más bien extremas como Punta Arenas y Coyhaique.
Se construyó una red de mataderos que debió hacerlo directamente la CORFO por no hubo interesados en los sectores productores, especialmente por las imperfecciones del mercado derivados de las fijaciones oficiales de precios. El Banco Mundial exigió para aprobar los financiamientos que se firmaran compromisos de venta futura de estos mataderos a las organizaciones de productores.
A nivel predial, el Banco Mundial se interesó en financiar solo a la ganadería del sur. Así se creó el Plan Ganadero Sur, que no sólo otorgaba créditos sino que también asistencia técnica. Para ello se enviaron profesionales a perfeccionarse a Nueva Zelandia. Se descansó especialmente en la introducción del sistema neozelandés, tema que ha generado algunas discusiones en la actualidad.
El programa de ayuda financiera predial fue muy flexible, descansaba en financiar un plan de desarrollo predial, en todo lo que el ganadero no podía hacerlo con sus propios recursos. Los plazos otorgados fueron los necesarios para que la empresa saliera adelante; de no cumplirse los resultados esperados, los plazos podían ampliarse.
Volviendo al tema del apoyo de la CORFO al desarrollo ganadero, cabe destacar que el Plan Nacional dio un especial apoyo al programa de sanidad animal radicado en las plantas lecheras existentes, fuesen de cualquiera propiedad.
Los expertos neozelandeses que vinieron a Chile expresaron que las condiciones ecológicas de este país eran mejores que las de Nueva Zelandia para la producción de leche. Por otra parte, los expertos del Banco Mundial se extrañaron de la rapidez con que los productores nacionales podían servir sus créditos. Sin duda que se daban condiciones favorables de mercado.
Es de hacer notar la garantía de precios que tenían las plantas productoras de leche en polvo. El Estado se comprometía a comprarles todo el excedente que se les produjera, a sus costos de producción, para los programas materno infantil.
En el gobierno militar esto cambió radicalmente, ya que Salud dentro del nuevo pensamiento económico, decidió comprar la leche en polvo al que la ofreciera más barato. Habiendo excedentes mundiales, se terminó por comprar en los mercados externos.
Por último y pensando en la realidad actual, es preocupante la penetración neozelandesa en la comercialización y producción de leche en Chile. Ellos tienen muy buena organización.
Fonterra, gran cooperativa neozelandesa que tiene unos 10.500 cooperados ya es dueña de SOPROLE. Recordemos la opinión de los expertos neozelandeses que señalaban que Chile tenía mejores condiciones para la producción de leche que su país, seguramente ello ha motivado el ingreso neozelandés a Chile.
Es posible que SOPROLE pueda generar importantes excedentes, que finalmente llegarían a los cooperados lecheros de ultramar.
El sistema del cooperativismo neozelandés es muy interesante; da muy buenas asesoría a sus cooperados que solo se dedican a producir leche y a seguir las instrucciones de la gran cooperativa para mejorar sus procesos productivos y la calidad de su masa ganadera.
Sabemos que capitales neozelandeses han entrado a producir leche en Chile, comprando terrenos y participando en nuevos sistemas de comercialización e industrialización de sus producciones.
Es claro que todos sus excedentes llegan de alguna manera a beneficiar a los más de 10 mil cooperados de ese país y las inversiones en Chile posiblemente les permite reforzar su presencia internacional.
En cambio en Chile, no vemos progresos a sus organizaciones cooperativas. Las imperfecciones existentes en los mercados nacionales, favorecen a estas inversiones extranjeras, que pasan por encima de nuestras imperfecciones.

De lo expuesto por este insigne profesional, se desprende que el Estado de Chile tuvo una participación directa en la creación de una ganadería nacional y de una industria lechera propia, arraigada a la inteligencia nativa, preparando gente en el extranjero, discutiendo los proyectos, planificando el desarrollo, protegiendo, instruyendo, capacitando. Era un Estado participativo, cooperativo que pensaba en un desarrollo compartido y distributivo. Que es justamente lo que el mundo gremial y político empiezan recién a repensar. Y más vale ahora que nunca, porque en algún momento hay que ser responsables de la historia, tanto el mundo privado como público deben ser activos, críticos y propositivos. Cualquier decisión que se tome hoy, recién podremos ver los frutos en un lustro, en el mejor de los casos.

Grasa 1
La baja de la masa ganadera en Chile, para muchos especialista no tiene recuperación.